El 'nesting' ha llegado a nuestras vidas para quedarse. Pasar el fin de semana en casa "recluidos" tiene numerosos beneficios para nuestra salud mental y física. Es imprescindible descansar el cuerpo y la mente para afrontar la semana laboral, promoviendo actividades relajantes que no conlleven un gran esfuerzo físico.

¿Qué ocurre con lo que comemos cuando pasamos un fin de semana sin salir de casa? Debemos ser precavidos tanto con las cantidades como con la selección de alimentos, ya que nuestro cuerpo tiene que asumir una actividad física muy baja. Los 'tips' más sanos para seguir cuidándonos practicando el 'nesting':

1. La cocina como terapia

La cocina es una de las principales actividades que practican los aficionados al 'nesting' ya que es una forma de estimular la creatividad y mantener la mente relajada y ocupada. Además, cocinar para una multitud se ha comprobado que fomenta el lado más familiar y altruista de nuestro cerebro, y aumenta la producción de endorfina, la hormona de la felicidad, ya que la cocina tiene una recompensa: degustar los platos.

2. Carbohidratos con moderación

Nuestra actividad física disminuye durante el 'nesting'. Por ello debemos reducir la ingesta de pasta y cereales y consumir alimentos más ligeros y sin tanta carga energética.

3. Desayuno y brunch

Sí se pues. Y lo más importante, es necesario. Puede sonar contradictorio consumir el doble de calorías; Sin embargo, desayunar temprano (alrededor de las 9 de la mañana) evitará comer de más durante el brunch. Fruta fresca y un yogur natural servirán como "salvavidas saludable" antes de una comida casera abundante. Si la opción es sin lactosa, mejorará la digestión y aligera el proceso.

4. Fomentar la comida relajante

El 'nesting' gira en torno a la idea de disfrutar del hogar y conseguir la relajación que entre semana es más difícil de conseguir. Debemos elegir alimentos ricos en Vitamina B6, como el pescado, ya que ayuda a producir melatonina; la lechuga, que contiene una sustancia denominada lactocarium, de un efecto relajante muy alto; o productos lácteos, ya que ayudan a relajar el cerebro y los músculos.

5. Apostar por los líquidos

Mantener el cuerpo hidratado -a través de alimentos como la leche, el té o el agua-, son necesarios para su perfecto funcionamiento y para que el sistema inmunitario se mantenga a raya, así como evitar molestias causadas por comidas abundantes y el mínimo ejercicio.