Los bikinis y bañadores son prendas delicadas que se estropean fácilmente en verano. El cloro, el sol o el salitre del mar son los principales enemigos de la ropa de baño ya que estropean su elasticidad y hacen que tengamos que renovarlos casi cada año.

Si te has cansado de ver como se estropea rápidamente ese bañador o bikini perfecto que tanto te había costado encontrar, aquí van diez consejos que te ayudarán a mantener tu ropa de baño tan perfecta como el primer día.

  • Si por casualidad este verano vas a un spa, olvídate de llevar tu bañador o bikini favorito. El cloro, los fungicidas y el agua caliente de las piscinas de estos lugares pueden convertir tu ropa de baño en un auténtico desastre.
  • El cloro es el peor enemigo de la ropa de baño. Da igual si sólo ha sido un baño cortito o si te has pasado horas en la piscina, lo mejor para cuidar tus bikinis o bañadores y evitar que pierdan su elasticidad es enjuagarlos nada más llegar a casa. El salitre del mar no es tan agresivo, pero tras un baño entre las olas también es recomendable aclararlos cuanto antes.
  • Si te vas a bañar a la playa o a un lago presta atención al pasar por zonas rocosas ya que las rozaduras que pueden provocar en los bañadores o bikinis son irreparables. Esto también puede ocurrir con el borde de la piscina.
  • Las cremas y los protectores sociales son muy importantes para la piel. Aun así, si quieres evitar que perjudiquen tu ropa de baño ten cuidado a la hora de aplicarlos o hazlo antes de ponerte el bañador.
  • Lavar a mano los bikinis y bañadores es fundamental para evitar que se estropeen y alargar su vida al menos otro verano más. Utiliza agua templada con un poco de jabón líquido neutro para eliminar los restos de cloro y sal. Enjuágalos también con agua templada y dulce.
  • Durante el lavado es importante no retorcer la ropa de baño para quitar el exceso de agua. De esta manera sólo conseguirás que los bikinis o bañadores pierdan elasticidad y que los colores se dañen.
  • A la hora de secarlos, cuélgalos del tendedero del revés y a la sombra. De esta manera evitarás que el sol incida directamente en sus tejidos y se estropeen las fibras.
  • Déjalos secar al aire. No utilices nunca la secadora o los centrifugados de las lavadoras. Despídete también de la plancha ya que el calor puede dañar las fibras de los tejidos.
  • Un error muy común es guardar los bikinis o bañadores cuando todavía no están totalmente secos. La humedad puede estropear los tejidos y hace que aparezcan los malos olores.
  • Presta especial atención al tipo de tejido o a los adornos y abalorios que tengan para evitar que se pierdan. Si lavas tus bikinis o bañadores en la lavadora, ponlos dentro de una bolsa de tela para que esos adornos no se enganchen con el resto de prendas.