Sexo oral y cáncer, un binomio que ha saltado a las portadas de todos los medios de comunicación esta semana debido a unas declaraciones del actor Michael Douglas en las que achacaba el cáncer de garganta que padeció a prácticas sexuales bucales.

"El sexo oral fue la causa de mi cáncer de garganta", reconocía Douglas en una entrevista al diario británico ´The Guardian´. Ni el tabaco ni el alcohol, al que era muy aficionado el protagonista de ´Instinto Básico´, sino el cunnilingus fue la causa de su enfermedad. Cabe recordar que el popular actor recibió terapia para superar su adicción al sexo.

¿Puede entonces el sexo oral provocar cáncer? "Realmente sí es posible, aunque lo difícil es demostrarlo", asegura Luis Olay, jefe del servicio de oncología radioterápica del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). El culpable es el llamado virus del papiloma humano (VPH). En cualquier caso, aclara este experto, esto no significa que "todo el mundo vaya a coger un cáncer de orofaringe por realizar estas prácticas".

Dicho patógeno representa una de las infecciones de transmisión sexual más comunes. Hay más de 100 tipos, aunque no todos provocan cáncer. "Solo un grupo de ellos, que no llegan a 20. Uno de los tipos que con más frecuencia se relaciona con carcinomas es el 16", apunta Olay. Concretamente, el VPH está relacionado con el cáncer de cuello de útero o de cérvix en mujeres. Un porcentaje muy alto de los cánceres de cérvix (40% o más) pueden estar causados por infecciones por virus.

Contacto de mucosa con mucosa

El virus del papiloma lo pueden transmitir tanto hombres como mujeres. Su transmisión se realiza por el contacto entre mucosas y "el sexo oral no deja de ser un contacto de mucosa con mucosa, que desemboca en un intercambio de células". De hecho, la mucosa oral es muy similar a la vaginal.

"El VPH causa unas verrugas o papilomas genitales que son muy contagiosos. De modo que si se practica sexo oral y esa persona es portadora del virus, concretamente del tipo 16, es posible que se produzca una infección en la cavidad oral (en la faringe, amígdalas?) en forma de úlceras dolorosas", explica el oncólogo. Esas infecciones, en pacientes determinados y con cierta predisposición al cáncer, pueden cronificarse y hacer que la célula mute y se convierta en tumoral, generando un cáncer de orofaringe.

No obstante, es difícil corroborar que lo que provocó el cáncer de Michael Douglas fuera el papilomavirus. "Habría que mirar el ADN de la célula tumoral entero, lo que se tardaría meses, y descubrir en ese ADN si hay algo parecido al VPH y específicamente al tipo 16", precisa Luis Olay, quien añade que una "mujer también podría contagiarse y sufrir cáncer practicando sexo oral con un hombre si éste tiene verrugas genitales".

La eficacia de las vacunas

Actualmente existen vacunas que previenen la infección por el virus del papiloma humano, entre ellos el tipo 16. Hay dos: Gardasil y Cervarix. La primera, por ejemplo, presenta una eficacia del 100% en mujeres sin infección previa.

"En los casos en que se esté vacunado no habría riesgo de infección. No obstante, si se es portador del virus antes de vacunarse, la vacuna ya no es eficaz", señala el especialista. Por ello, se vacuna a las jóvenes antes de que empiecen a tener relaciones sexuales "para que el organismo se inmunice". Pero la eficacia de estas vacunas "se ha demostrado en el caso del cáncer de cérvix, pero no en el de orofaringe".

Afortunadamente, se ha avanzado mucho en la investigación de este tipo de cáncer. Tanto las técnicas quirúrgicas como la quimioterapia se han revelado muy eficaces para combatirlo. "Son tumores que, a diferencia de los de pulmón o páncreas, tienen un pronóstico de curación intermedio, tirando a bueno", concluye.