El frío ya es historia, y las temperaturas suaves se imponen. Con ellas, como no podía ser de otra manera, ha aparecido también la fiebre adelgazante de siempre que no cesará hasta el verano. Pues bien, antes de empezar a castigarnos con dietas desequilibradas, puede ser muy práctico reflexionar sobre algunos errores dietéticos crónicos.

1 - Atención a la bebida

Con frecuencia no tenemos en cuenta o minimizamos el valor energético de la bebida. Muchas veces basta con reducir al mínimo las bebidas alcohólicas y refrescantes para que el peso baje. Un vaso de bebida refrescante puede conllevar más de 20 g de azúcar, y el gin-tonic añade más de 250 kcal al menú.

2 - Condimentación moderada

Es otro punto que también se olvida. El aceite de oliva (especialmente si es virgen extra) es sanísimo, pero esto no significa que no conlleve energía. Existe la creencia de que si el aceite es crudo no pasa nada? y es falso. Un consejo: limitar el aceite a una cucharada por plato.

3 - Las cenas, el punto clave

Es la comida del día en que más nos relajamos y a menudo es cuando se tiene más apetito. Hay que cenar, claro que sí, pero no hacer un banquete cada día. Es aconsejable merendar y llegar a la cena con un apetito controlable. Una buena fórmula es tomar vegetales y un alimento proteico bajo en grasa.

4 - El fin de semana, el punto conflictivo

El fin de semana empieza en muchos casos el viernes por la noche y por tanto se trata de casi el 30% de la semana. No hay que amargarse, pero si todo el fi n de semana está plagado de comidas extras, ahora es el momento de ser más cautos. Un consejo: no más de una comida con extras al día durante el fin de semana.

5 - Ni un día sin moverse

Si queremos llegar bien al verano, hay que desterrar el sedentarismo. ¿Cuántas horas de sofá/silla/ despacho practicamos al día? Una simple hora de paseo ligero o 30 minutos de bici pueden bastar.