La retención de líquidos es uno de los problemas de salud más extendidos y que, en ocasiones, no resulta fácil de diagnosticar por el gran número de tejidos en los que se puede producir. Denominada en términos médicos hidropesía o edema, es la hinchazón provocada por la acumulación de líquidos, fundamentalmente agua, en los tejidos del organismo.

Ahora que se acerca el verano y empezamos a prestar más atención a nuestra figura, debemos saber que la retención de líquidos es juntamente con la dieta y el sedentarismo uno de los factores fundamentales que más contribuyen a que aumente nuestro volumen y ganemos peso. En este sentido, la retención de líquidos tiene efectos visibles tanto en la báscula como en el espejo. Esto es así porque aunque el cuerpo humano regula de manera constante los niveles de líquidos que hay en el organismo, cuando no lo hace de forma correcta o existe un exceso de agua se rompe el equilibro de nuestro organismo y se produce la llamada retención de líquidos.

Cuando esto ocurre, este líquido se acumula en el espacio que existe entre las células, dando como resultado un aumento del peso y la hinchazón de varias partes del cuerpo como manos, tobillos, muslos, el vientre...

¿Cómo se produce la retención de líquidos?

La retención de líquidos ocurre cuando hay un desequilibrio entre las fuerzas que regulan el paso del agua en el cuerpo: intracelular (dentro de las células), intravascular (en los vasos sanguíneos) e intravesical (en el tejido alrededor de las células).

Cuando los vasos sanguíneos o linfáticos vierten muchos líquidos sobre los tejidos, éstos quedan atrapados en los tejidos, provocando la inflamación de la zona en que ocurre, como las piernas, tobillos, abdomen u otras partes del cuerpo.

¿Qué ocasiona la retención de líquidos?

Una alimentación incorrecta, así como la falta de ejercicio son algunas de las principales causas de la retención de líquidos, un fenómeno que se intensifica con las altas temperaturas y que afecta especialmente a las mujeres, ya que los estrógenos y la progesterona tienen una alta capacidad para provocar que se acumule agua en el cuerpo.

Cabe destacar que a menudo la retención de líquidos aparece como síntoma de enfermedades del corazón, riñones, aparato digestivo..., por lo que es necesario consultar con especialistas médicos para determinar las causas. También las fluctuaciones hormonales juegan un papel destacado en la retención de líquidos, de manera que el embarazo o la menopausia afectan sensiblemente a la regulación de los niveles de agua en nuestro organismo. En cualquier caso, existen varios hábitos que nos pueden ayudar a luchar contra la temida retención de líquidos. Estos son los cinco consejos fundamentales para mantener a raya la retención de líquidos:

ALIMENTACIÓN SALUDABLE. Sin duda éste es el consejo a seguir imprescindible para luchar contra la retención de líquidos. Seguir una dieta baja en sodio y comer alimentos naturales como las frutas, las verduras, las hortalizas, las legumbres, las carnes y los pescados frescos ayudarán a nuestro organismo a hacer frente a esta problemática. Las infusiones de té verde o cola de caballo, por ejemplo, también nos pueden venir muy bien. En cambio, las grasas vegetales y los alimentos procesados son nuestros enemigos.

MUEVE TU CUERPO. El ejercicio físico siempre es un hábito saludable, pero si queremos luchar contra la retención de líquidos es fundamental olvidarse del sedentarismo. No es necesario realizar una práctica deportiva extrema, por lo que solo con andar un poco cada día notaremos los efectos beneficiosos para nuestro organismo. Si tu trabajo te obliga a estar sentado o sentada durante gran parte de la jornada, es recomendable realizar periódicamente ejercicios como mover los dedos de los pies y levantarse cada hora para dar un pequeño paseo.

CUÍDATE Y MÍMATE. La sensación de inflamación o de retención de líquidos también procede del estilo de vida que seguimos. Dormir 8 horas y mimar nuestro cuerpo con masajes en las piernas y en los pies nos ayudará también a reducir la retención de líquidos. Los baños de agua y los paseos en el mar, si tenemos ocasión, también resultarán muy beneficiosos. Además, lleva ropa cómoda y evita las prendas ajustadas. La ropa prieta dificulta el retorno venoso y provoca que el sistema linfático esté en compresión, lo que causa retención de líquidos e hinchazón en las piernas.

HIDRATA TU CUERPO. Un mito falso es que la retención de líquidos es consecuencia del consumo excesivo de agua. Nuestro organismo, a través de un complejo sistema de hormonas, está constantemente ajustando los niveles de líquidos para que se mantengan equilibrados. En este sentido, beber agua -al menos 1,5 litros diarios- nos permitirá limpiar el organismo y eliminar toxinas y por tanto hará que la retención de líquidos sea menor. Los zumos de fruta, infusiones y caldos también son una opción recomendable.

TRATAMIENTOS PROFESIONALES. Acudir a expertos en estética también puede ser una buena opción para luchar contra la retención de líquidos. En este sentido, tratamientos como la presoterapia, la mesoterapia son algunas de las prácticas que nos ayudarán a eliminar los líquidos acumulados en nuestro organismo y, por tanto, a mejorar nuestra figura.