Disfrutar de una vida sexual plena es sinónimo de bienestar físico y emocional. En ocasiones, sin embargo, algunas personas encuentran dificultades para gozar de una sexualidad completa. Son muchos los factores que pueden estar detrás de esta situación, como el estado de ánimo y los problemas emocionales, las enfermedades, el estrés y la ansiedad, la relación con nuestra pareja... En muchos casos, el principal problema que nos impide disfrutar de forma completa es la falta de deseo sexual.

La pérdida del interés por las relaciones sexuales afecta de manera especial a las mujeres, sobre todo cuando llega la menopausia, pero no se trata de algo exclusivo del género femenino. En este sentido, también los hombres se ven afectados por la falta de deseo sexual. Las razones son variadas, tanto físicas como psicológicas, y van desde la monotonía a la baja autoestima, ansiedad, pudor, falta de iniciativa...

Cuando se detecta una falta de deseo sexual, los expertos recomiendan afrontar el problema y no dejarlo pasar. A favor nuestro tenemos el hecho de que no se trata ni mucho menos de una situación irreversible. Existen gestos y hábitos que nos pueden ayudar a estimular el deseo sexual y a volver a gozar de una sexualidad plena. Te los contamos:

Alimentar el morbo de la pareja. La monotonía es uno de los grandes enemigos del sexo. Aunque en los últimos tiempos han proliferado los fármacos que prometen multiplicar nuestra libido y deseo sexual, lo cierto es que poco hay que hacer si la persona que tenemos al lado no nos atrae. En muchos casos la rutina está detrás de la pérdida del deseo sexual, por lo que para volver a alimentar el deseo es necesario reinventarse. No se trata de un cambio solo en el plano físico y sexual, sino que puede ser simplemente invitar a nuestra pareja a cenar o a compartir una experiencia novedosa. En este sentido, cabe señalar por ejemplo que el deseo sexual femenino, mucho más vinculado con el componente emocional, nada tiene que ver con el masculino, mucho más centrado en el aspecto físico y carnal.

Jugar y explorar con la pareja. El sexo es también juego. Quien afronta las relaciones sexuales como un mero trámite cae en un grave error y está abocado a aburrir a su pareja y a enfriar su libido y su deseo sexual. Dar importancia a las caricias y a los prolegómenos, proponer nuevas posiciones, intentar realizar nuestras fantasías sexuales, recurrir a juguetes sexuales y en definitiva seducir y sorprender a nuestra pareja es fundamental para estimular el deseo sexual. También lo es la espontaneidad. En este sentido, no siempre pero sí en ocasiones debemos intentar sorprender a nuestra pareja para dejar atrás la rutina del día a día y alimentar el deseo sexual..

Cuídate y mímate. Hacer ejercicio, bajar de peso, llevar una alimentación saludable y equilibrada... también forman parte de los hábitos recomendables para estimular nuestra vida sexual y alimentar el deseo sexual. Sobre nuestra dieta, cabe señalar que existen alimentos que pese a que no obrarán milagros, sí pueden ayudarnos a mejorar nuestra sexualidad. Por ejemplo los frutos secos, ricos en arginina y que aumentan la capacidad eréctil del hombre, pero también alimentos afrodisiacos como el chocolate o la canela, que actúan sobre el hipotálamo y potencian el deseo sexual. Además, no debemos olvidar en este apartado la necesidad de tener una correcta higiene personal, fundamental para disfrutar de una vida sexual completamente satisfactoria.

Acepta tu cuerpo y reduce tus exigencias. Si no aprendemos a aceptar nuestro propio cuerpo tal y como es, con sus virtudes y sus defectos, jamás conseguiremos disfrutar de una vida sexual plena. Las inseguridades son enemigas del deseo sexual, así que deshazte de ellas. Cuanto más seguros nos sintamos con nosotros mismos y nuestro cuerpo, más conseguiremos disfrutar del sexo. También es fundamental olvidar los prejuicios y reducir tus exigencias hacia tu pareja. Por descontado, debemos olvidarnos de lo que hayamos podido ver en películas porno. El sexo real nada tiene que ver con lo que se ve en el cine para adultos.

Comunícate con tu pareja. Hemos dejado este consejo para el final, pero probablemente sea el más importante de todos. Y es que la comunicación con nuestra pareja es fundamental para aumentar el deseo sexual. Y lo es para todos los aspectos de nuestra relación y lógicamente también para el plano sexual. Por timidez o vergüenza, muchas veces nos cortamos a la hora de contar a nuestro compañero o compañera qué es lo que nos gusta en la cama y nuestras fantasías sexuales. En ocasiones, la falta de deseo sexual está asociada a la falta de placer que experimentan algunas personas. Y a veces, esto es debido precisamente a que no se ha transmitido a la pareja qué es lo que realmente nos gusta. Es importante hablar de estas cuestiones con la pareja para conseguir disfrutar al 100% de nuestras relaciones sexuales.