Tus dientes nunca están de vacaciones. Por eso, te dejamos 10 consejos del doctor Germán Gómez, de la clínica Sonrisa Bonita, que debes meter en la maleta si no quieres que una urgencia dental interrumpa el momento que llevas esperando todo el año.

1. En verano picas más entre horas y tomas más bebidas azucaradas. A esto hay que sumarle que tendemos a relajar la higiene oral diaria. Por eso, llevar hilo dental en la bolsa de la playa puede ser un gran aliado. Recuerda que hay alimentos como la manzana o la uva que son ideales para tomar entre horas y que favorecen la salud dental. Abandonar el cepillado solo va a llevarte al dentista en septiembre a causa de una caries.

2. El cloro de la piscina es nuestro enemigo, si estamos expuestos durante demasiadas horas. El cloro se compone de productos químicos que pueden desarrollar manchas en los dientes, principalmente en las piezas frontales. A esta patología se la conoce como "sarro del nadador" y es común entre los deportistas de elite.

3. El tinto de verano, la sangría, es decir, todas las bebidas que contengan taninos, tiñen el esmalte de los dientes. Es un efecto a largo plazo, pero la manera más fácil de evitarlo es cepillar los dientes lo antes posible después de su consumo.

4. ¿Que sería del verano sin la siesta? Debes saber que hacer la siesta es como acostarse a dormir por la noche. Es decir, de la misma forma que te cepillas antes de acostarte, deberías lavarte los dientes antes de hacer la siesta. Cuando dormimos disminuye la cantidad de saliva. Las bacterias propias de la boca aprovechan esta situación para alimentarse de los restos de comida.

5. Consulta a tu dentista si es recomendable que bucees. Al descender, la presión del agua puede afectar a tus mandíbulas y a tus dientes. Está comprobado que las personas con caries o enfermedades periodontales tienen riesgo de sufrir dolor durante las inmersiones. Además, la presión del buceador al morder el tubo del oxígeno también puede tener consecuencias negativas a nivel oral.

6. Usa protector bucal. En verano aumentan las fracturas dentales y los traumatismos bucales porque se practican con mayor frecuencia deportes al aire libre como fútbol o ciclismo. La solución más efectiva a la hora de protegernos son los protectores. Tu dentista te recomendará una amplia variedad.

7. Bebe sin parar, ¡agua! Con el calor nuestro organismo pierde agua y sales minerales. La falta de hidratación se traduce en sequedad bucal. Esto genera un incremento de la densidad salivar, lo que provoca la pérdida de parte de sus propiedades lubricantes. Esto es un problema añadido sobre todo en personas de avanzada edad y niños. Si eres deportista intenta ingerir bebidas ricas en sodio.

8. Si te das protector solar en el cuerpo, ¿por qué no lo haces en los labios? La exposición excesiva al sol puede provocar lesiones en los labios parecidas a las quemaduras. Tardan más de una semana en cicatrizar y son bastante incómodas. Por eso, es recomendable emplear una crema de protección labial antes de largas exposiciones al sol.

9. ¡Bebe con pajita! Seguro que en verano tomas helados de hielo, granizados refrescantes, etc?Debes saber que a través de esta divertida herramienta evitaremos que dientes sensibles se vuelvan más sensibles todavía. Si de partida tienes dientes sensibles deberías visitar a tu odontólogo porque suelen ser signo de otras patologías.

10. Dile adiós a tu cepillo de dientes. Es recomendable cambiar de cepillo cada tres meses. ¿No crees que ha llegado el momento de renovarlo? Compra uno nuevo para cada miembro de la familia antes de salir de vacaciones y recuerda que cuando empiece el cole en septiembre debes actualizarlo de nuevo.