El verano es una época asociada a contraer determinadas enfermedades provocadas por el calor, el sudor, las picaduras, la deshidratación? Y uno de los períodos en los que determinados consejos o recomendaciones asoman con más frecuencia. Pero, ¿son todos ciertos? A continuación te contamos cinco falsos mitos sobre la salud en verano.

1.- La orina alivia las picaduras de las medusas

Muchas playas españolas reciben en verano a unos indeseados visitantes, las medusas. Sus picaduras, muy molestas, intentan calmarse de muchas maneras. Una creencia extendida que puede hacerse mediante la orina. Pero está demostrado que no sirve para nada. En cambio, se recomienda lavar la picadura con vinagre. No es aconsejable lavar la picadura con agua dulce.

2.- El golpe de calor solo se sufre si se está al sol

El llamado golpe de calor puede llegar en cualquier lugar con altas temperaturas, esté iluminado en esos momentos o no. Las temperaturas elevadas pueden causar deshidratación, mareos e incluso asfixia. Ante esta situación, lo más recomendable es alejarse de ese lugar, refrescarse y recuperar poco a poco el estado anterior.

3.- Las bebidas energizantes son las mejores para reponerse del ejercicio

Este tipo de bebidas estimulantes previenen una caída de tensión en caso de hacer ejercicio, pero su consumo posterior en exceso puede causar taquicardias y circunstancias anómalas en el ritmo cardíaco, puesto que al ser estimulantes pueden llevar el corazón a una actividad no experimentada anteriormente.

4.- Si tienes muchos lunares no tomes el sol

Los riesgos de contraer cáncer de piel ha contribuido a establecer esta creencia. Aunque la incidencia del melanoma ha aumentado y los médicos han ampliado las recomendaciones y precauciones a tomar para evitar este tipo de cáncer, lo cierto es que las personas que posean lunares no tienen porqué rehuir el sol. Los beneficios de la exposición solar están recomendados para las personas, siempre que se tome con cuidado y sin excesos.

5.- El bronceado es sinónimo de piel protegida

A veces se suele escuchar frases como "si estás moreno el sol no te daña". No es verdad. A menudo, un bronceado muy excesivo puede ser síntoma de un daño causado a la piel por una exposición al sol muy extendida en el tiempo, por lo que conviene consultar con un dermatólogo si apreciamos algo inusual en nuestra piel.