Muchos estudios han demostrado que la sonrisa tiene el mayor poder de influencia en la percepción de la belleza de las personas (incluso por encima del color de los ojos o del pelo). Es por ello que tener una sonrisa atractiva es vital a la hora de parecer más joven. Para ello existen diversos tratamientos odontológicos para mejorar nuestra estética. Principalmente se trata de los implantes dentales y las carillas de porcelana.
Hay dos problemas bucales que están implicados directamente con el envejecimiento prematuro de la persona:
1. El desgaste excesivo del esmalte de los dientes por rechinamiento (bruxismo).
2. La pérdida de toda la dentadura por no limpiarse y/o fumar (piorrea).
Ambos problemas provocan una disminución del tamaño del tercio inferior de la cara que se traduce en un aspecto de persona anciana: la mandíbula cierra más de lo debido con lo que aparecen arrugas más marcadas (surcos nasogenianos y código de barras).
El bruxismo es el hábito involuntario de rechinar los dientes fuertemente por la noche sobre todo que provoca el desgaste del diente. El mejor tratamiento preventivo es usar una férula de descarga por las noches que proteja nuestros dientes. Pero cuando el desgaste es excesivo debemos recubrirlos con carillas o fundas de porcelana según el caso. Volver a tener los dientes grandes agranda el tercio inferior de la cara suavizándose algunas arrugas. Así luciremos más jóvenes.
Ante la pérdida de todos los dientes, la mejor solución a día de hoy son los implantes dentales. Los implantes son unos tornillos de titanio que sirven de fijación a modo de raíz artificial para sujetar unas fundas de porcelana fijas o bien una sobredentadura (prótesis) de quitar y poner sobre ellos, volviendo a recuperar los dientes perdidos. Según el número de implantes que insertemos en el hueso podemos realizar una opción más sencilla y económica o algo más complejo. El mínimo que se pueden poner son dos implantes (para una sobredentadura de quitar y poner con un sistema de bola macho-hembra que evita que se mueva la dentadura) o entre cuatro y seis implantes para una opción de dientes fijos totales que sólo el dentista puede retirar.
