Aproximadamente un 30 por ciento de las muertes por cáncer se deben a cinco factores de riesgo por malos hábitos y deficiente alimentación (índice de masa corporal elevado, consumo insuficiente de frutas y verduras, falta de actividad física y consumo de tabaco y alcohol) y, por lo tanto, pueden prevenirse.

En la lucha contra el cáncer, la prevención es fundamental. Es decir, es necesario adoptar una serie de indicaciones que reduzcan considerablemente el riesgo de desarrollar la enfermedad. Un estilo de vida saludable pero también ser conscientes de los factores de riesgo personales constituyen las herramientas básicas para ello.

Según explica en 'Los siete pilares anticáncer' (Planeta, 2016) José Ramón Germà Lluch, director científico en el Instituto Catalán de Oncología, el cáncer empezó a despertar de su letargo silencioso hacia finales del siglo XIX, en el que las pocas revistas médicas especializadas existentes comenzaron a publicar diferentes casos de neoplasias con mayor frecuencia, hasta alcanzar un auténtico incremento tras la II Guerra Mundial.

Los últimos cuarenta años del siglo pasado se caracterizaron por el control progresivo de las enfermedades infecciosas y, últimamente, de las cardiovasculares, dejando al cáncer camino libre para manifestarse en toda su intensidad ante la longevidad humana.

"La extraordinaria capacidad de don Cáncer para crear resistencias a la mayoría de los tratamientos farmacológicos que se emplean contra él es el escollo más importante para conseguir su erradicación", apunta el autor, que en su obra expone recomendaciones descritas de manera precisa a través de los casos reales con los que se ha topado en su carrera profesional.

Los 7 pilares anticáncer

En su obra, el doctor Germà Lluch, director del Departamento de Oncología del Hospital General de Cataluña y profesor titular de Oncología Médica de la Universidad de Barcelona, apuesta por los siguientes aspectos básicos de la lucha contra el cáncer:

*La dieta mediterránea

Las razones que justifican el efecto preventivo de la dieta mediterránea frente a algunos tumores se encuentran en especial en los vegetales que son la base de una buena alimentación ya que aportan vitaminas y compuestos químicos responsables de su acción preventiva. Estos actúan neutralizando carcinógenos a los que estamos expuestos en nuestra vida cuotidiana.

Esta acción se consigue a través de diversos compuestos que actúan de maneras diferentes sobre las células de nuestro organismo. Los carotenoides (zanahoria), polifenoles (frutas rojas y legumbres) y el resveratrol (uva) son antioxidantes y el ácido fólico interviene en la reparación del ADN. Todos ellos muy presentes en los alimentos de la dieta mediterránea, junto a los dos líquidos sagrados: el aceite de oliva y el vino.

*Detectar al enemigo

El diagnóstico precoz de un cáncer es casi sinónimo de curación. Es el principal cometido de las campañas de cribado de población sana en la búsqueda de tumores incipientes de mama, cuello uterino y colorectal, que han demostrado su eficacia en las fracciones de edad de riesgo de padecer estos cánceres.

Algo más del 20% de los tumores malignos son de origen infeccioso, por ello, una de las grandes esperanzas es la vacunación preventiva contra agentes involucrados en la génesis de algunos tumores frecuentes, como en el caso del virus de la hepatitis B o el virus del papiloma humano causantes de los tumores malignos hepáticos y del cáncer de cuello uterino, respectivamente.

*El tabaco, ese asesino silencioso

Como reconoce el autor "difícilmente encontraremos un cóctel más explosivo que el que se esconde en el humo del tabaco. Cerca de cinco mil sustancias se agazapan en su interior. Entre ellas hay una veintena de irritantes y tóxicos y más de setenta carcinógenos reconocidos por la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer". Los estudios recientes demuestran que el tabaco es el responsable de unos seis millones de muertes en el mundo cada año.

Un fumador que consuma 20 cigarrillos diarios y realice unas 20 caladas por pitillo estimula los receptores nicotínicos cerebrales 400 veces al día, lo que la convierte en una droga altamente adictiva. La duración media del síndrome de abstinencia tras dejar de fumar está entre 3 y 4 semanas. Los tres aspectos más importantes de la estrategia para dejarlo son: la motivación, el control del síndrome de abstinencia y la terapia psicológica de apoyo.

*El peso ideal

Las consecuencias del exceso de peso constituyen un riesgo más elevado de enfermedades crónicas y de un número importante de neoplasias en el esófago, páncreas, colo-rectal, mama en especial en mujeres menopáusicas, riñón y endometrio. El riesgo de padecer cáncer de colon se incrementa un 15% en individuos con sobrepeso y un 32% cuando existe obesidad franca.

El ejercicio es la receta más asequible, económica y eficiente que el autor apunta frente al sobrepeso y la obesidad ya que contribuye a un mejor control sobre los niveles de insulina y azúcar, posee efectos beneficiosos sobre las hormonas sexuales, la presencia de inflamación y la regulación de algunas funciones inmunitarias.

Entre las claves que presenta el doctor Germà Lluch se encuentran mantener una dieta mediterránea a base de hortalizas, pescados y carnes blancas a la plancha, tomar pocas bebidas alcohólicas y edulcoradas, ingerir una pieza de fruta a media mañana y otra a media tarde, cenar poco y quemar calorías con 40 minutos diarios de ejercicio moderado.

*La cara oscura del sol

La radiación solar que contiene los invisibles rayos UV es la causante del daño sobre la superficie cutánea expuesta, el cual, debido a la exposición prolongada y al paso del tiempo, es capaz de generar diferentes tumores en la piel. Entre ellos el carcinoma de la epidermis es el tumor más frecuente del ser humano, con una mayor presencia en personas de piel clara.

Disfrutar con seguridad del sol es posible si se siguen unas normas básicas: proteger nuestra piel y, sobre todo, la de los menores con atuendos adecuados, realizar exposiciones moderadas y usar protectores solares con la frecuencia e intensidad necesarias. Las familias tienen un rol muy activo en la prevención de la insolación excesiva.

*La herencia dolorosa

Según nos recuerda José Ramón Germà Lluch, resulta esencial realizarse chequeos frecuentes si tenemos antecedentes de cáncer en la familia. El cáncer hereditario se produce porque uno de los dos genes activos que posee cada célula del cuerpo se encuentra mutado desde la edad fetal de modo que basta con que el otro gen mute para acabar dando lugar a un tumor maligno.

La actividad principal de las Unidades de Consejo Genético consiste en identificar esas alteraciones genéticas en familias con la sospecha de tener una predisposición hereditaria al cáncer. En el caso de las mujeres, la cirugía preventiva de las mamas, trompas y ovarios ha demostrado su eficacia, pues aumenta la supervivencia de las pacientes.

*Vivir en equilibrio como la base de todos los pilares

En la base de todos los pilares está el vivir en equilibrio y en este sentido, una de las propuestas del autor para conseguir un equilibrio satisfactorio entre el cuerpo y el alma y contrarrestar el estrés actual es seguir el "pacto de los tres ochos", ocho horas para dormir, ocho para trabajar y las restantes ocho horas para nuestros ratos de cuidado personal y ocio.