¡Vacaciones! Ese momento del año que esperas para disfrutar de los tuyos, dedicarte tiempo y hacer todo aquello que no puedes hacer durante el resto del año. Lástima que con la llegada de las vacaciones también lleguen los conflictos y discusiones.

Hay que ser consciente de que durante el año la familia sigue una determinada rutina en la que cada miembro posee un determinado papel y ciertas tareas. Durante el curso la convivencia de la familia se ciñe a unas pocas horas al día, al contrario de lo que sucede en verano donde la convivencia es de 24 horas. Y claro, comienzan las discusiones, los malos rollos y las malas caras. ¿Qué podemos hacer para que esto no ocurra?

Siguiendo estos consejos haréis de vuestras vacaciones una experiencia más gratificante y disfrutaréis más de vuestro tiempo en familia:

1. Planifica con antelación las vacaciones

Preparar de antemano las vacaciones os ayudará a evitar las disputas de última hora debido a los gustos y preferencias de cada uno de los miembros de la familia. Tenéis que tomar las decisiones de manera consensuada y es importante que no idealicéis las vacaciones porque la realidad puede frustrar vuestras expectativas y contribuir a enturbiar el clima de convivencia.

2. Aprende a hablar sin discutir

Hay ocasiones en las que las conversaciones comienzan a subir de tono y acaban siendo una explosión de insultos. Intenta mantener la calma, hablar de una forma pausada y sin ofender. Es imprescindible poder decir qué sientes o qué te gustaría hacer en tus vacaciones, pero la clave está en cómo comunicas las cosas. Ni tú ni tu familia tenéis que tener miedo a expresaros, pero lo debéis hacer de una manera educada, con respeto y sin levantar la voz.

3. Piensa en el otro

Práctica la empatía y ponte en el lugar del otro para entender mejor su posición. Todos buscamos ser comprendidos por nuestra familia, por eso es importante saber qué es lo que quiere decir nuestro interlocutor antes de enfrentarnos y comenzar la disputa.

4. Evita peleas

Intenta que los temas de las conversaciones no giren sobre el colegio, el trabajo o la politica, ya que pueden generar conflictos. Las vacaciones son para relajarte, por lo que es conveniente evitar aquellas cuestiones que resultan estresantes y postergarlas para la vuelta.

Tampoco dejes que tus hijos se peleen. Sabemos que esto es difícil, pero hay que intentarlo. En el caso de que se produzcan, es recomendable que los escuchéis, los comprendáis y lleguéis a un acuerdo con ellos para solucionar el problema.

5. Manga ancha

Es aconsejable intentar ser flexible y ceder en algunos momentos. Recordar que las vacaciones son un momento para disfrutar de nosotros y de nuestra familia, sin preocupaciones ni responsabilidades.