La práctica de ejercicio físico es un hábito muy sano pero que, si no se hace con regularidad y de forma adecuada, puede ocasionar agujetas. Uno de los remedios caseros más extendidos para acabar con estos dolores musculares ha sido consumir un vaso de agua con azúcar, un consejo que, sin embargo, no funciona como se pensaba y ha pasado a formar parte de uno de los falsos mitos más populares.

Así lo ha asegurado la directora de la Unidad de Nutrición de la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB), Carolina Muro, con motivo de la campaña 'Licencia para comer', enfocada a acabar con falsos mitos arraigados en la población sobre determinados alimentos.

"La aparición de las agujetas estaba relacionada con la cristalización del ácido láctico en el músculo. No obstante, las diferentes investigaciones han demostrado que estos dolores musculares de origen retardado nada tiene que ver con este motivo", ha comentado.

En este sentido, la investigadora del Grupo ImFine del Instituto Nacional de Educación Física de la Universidad Politécnica de Madrid, Beatriz Maroto, ha explicado que lo que realmente sucede es que se producen unas micro roturas fibrilares del músculo que dan lugar a una inflamación posterior que es lo que produce dolor.

Dicho esto, la investigadora ha asegurado que la idea de relacionar el agua con azúcar proviene de unir la aparición de las agujetas con el ácido láctico, ya que en el caso de que se cristalizara en el músculo, la idea de tomar agua con azúcar podría reducirlas.

El calentamiento es más

Ahora bien, la experta ha vuelto a negar que sea efectivo y ha aconsejado que para prevenir su aparición hay que hacer un "buen" calentamiento antes de entrenar. Si llevamos mucho tiempo sin hacer ejercicio físico o no lo hemos hecho nunca, lo mejor es empezar con un ejercicio suave de baja intensidad e ir aumentándolo poco a poco hasta que nuestro cuerpo se adecue al ejercicio", ha recalcado.

Independientemente de la intensidad del ejercicio, Muro ha recordado que una alimentación equilibrada y una correcta hidratación tanto antes como después de realizar cualquier ejercicio físico es fundamental y ayuda a reducir las agujetas.

"Lo más recomendable es reposar. En los casos más agudos, también se puede tomar antinflamatorios no esteroideos. Los masajes también pueden ser beneficiosos para que estas desaparezcan. Incluso existe la teoría de que hacer ejercicio físico del mismo tipo que las provocó aumentará el riego sanguíneo en la zona y un mayor aporte de nutrientes al músculo, por tanto la recuperación será más fácil", ha zanjado.