Las parejas que buscan un hijo tras haber sufrido un aborto espontáneo precoz tienen más probabilidades de tener éxito si lo intentan en los tres meses posteriores, en comparación con las que esperan más tiempo, según los resultados de un estudio publicado en la revista "Obstetrics and Gynecology".

El trabajo fue realizado por investigadores del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver en Rockville (Estados Unidos), que siguieron a casi mil parejas después de haber perdido a sus hijos de forma precoz cuando todavía estaban en el útero materno. Y en quienes volvieron a intentarlo dentro de los tres meses posteriores las probabilidades de embarazo eran un 71% mayores.

En concreto, de las 765 parejas que intentaron quedarse embarazadas apenas un trimestre después, incluso antes, el 77 por ciento lograron ser padres, frente al 23 por ciento de las 233 parejas que esperaron más tiempo.

El estudio no puede probar si buscar un bebé después de un aborto involuntario depende de cuánto se tarda en volver a intentarlo. Sin embargo, los hallazgos sugieren que algunas mujeres pueden no necesitar seguir con las recomendaciones clásicas de esperar varios meses, ha reconocido Henry Schisterman, autor del estudio.

De media, las mujeres participantes tenían cerca de 29 años de edad y sus parejas alrededor de 30, y la mayoría eran de raza blanca, estaban casados y tenían estudios secundarios como mínimo.

La mayoría de las participantes habían perdido a su bebé en el primer trimestre del embarazo, la mitad entre la semana 8 y 13 de gestación y el 44 por ciento antes de la octava semana.

En los seis ciclos menstruales posteriores al aborto, un total de 644 parejas se quedaron embarazadas de nuevo. De ellos, 491 lograron tener los bebés, de los que la mayoría nacieron a término y solo 22 nacieron de forma prematura.

Tras cruzar datos por edad, raza, peso, nivel educativo y problemas de fertilidad, vieron que no había diferencias en el riesgo de complicaciones como hipertensión arterial o diabetes durante el embarazo, siempre que se produjera en los primeros tres meses.

Una de las limitaciones del estudio fue que sólo un 60 por ciento de las parejas fueron sinceras al confesar el tiempo que habían esperado hasta volver a intentar el embarazo de nuevo.

Varios estudios previos han relacionado los intervalos entre embarazos con un mayor riesgo de complicaciones, como la presión arterial alta, un bajo peso al nacer o un mayor riesgo de ser prematuro.

Sin embargo, el estudio prueba que "aunque la mayoría de médicos recomiendan esperar a estar emocionalmente preparados, mejor no esperar para conseguir quedarse embarazada de nuevo".