En un entorno en el que los menores piden cada vez más independencia, las preocupaciones de los padres aumentan. Saber dónde y con quién están, si acuden a clase, si les mienten. Ahora gracias a una aplicación invisible en el teléfono móvil, los padres ya pueden espiar a sus hijos.

El sistema, diseñado para menores de entre 10 y 18 años, permite configurar lugares y horarios para los menores, en función de las necesidades de cada familia. Gracias a un sistema de alertas, permite identificar si estas pautas se cumplen.

“La confianza entre padre e hijo no tiene por qué verse afectada. En los casos en los que se convierte en la herramienta ideal para espiar, para llevar un seguimiento de tu hijo, el niño no tiene por qué saber que lleva la aplicación instalada en su móvil. Y en casos de relaciones más transparentes no supone más que dotarle de un móvil a tu hijo para que pueda estar localizado”, afirma Charo Álvarez, Directora General Teenscrio.

Los padres no solo pueden saber dónde están sus hijos en todo momento, sino que pueden programar zonas donde no deben acudir y también donde deben estar en determinadas franjas horarias. Así pueden estar seguros de dónde van en sus ratos de ocio, o si hacen realmente lo que cuentan. Una curiosa fórmula de lograr más tranquilidad dando más independencia a los menores.