¿Quieres darte un chapuzón y no tienes uno de esos pocos teléfonos resistentes al agua? ¿No te vas a bañar por miedo a que venga alguien y te robe móvil, el dinero y las llaves? Tenemos algunas soluciones fiables para que te pegues un chapuzón sin sufrir y sobre todo, no te roben tus preciadas pertenencias. ¡Toma nota!

El bote de crema solar

Se trata de camuflar todas tus pertenencias en un bote de crema solar, un objeto mucho menos atractivo para los ladrones que tu nuevo iPhone o tu querido Samsung.

Este invento podría considerarse tan tonto como sencillo, pero seguro que a casi nadie se le ha ocurrido. Cogemos un bote de crema solar, lo vaciamos y hacemos una serie de cortes para dejar una parte abierta que con el tapón puesto no será visible. Eso sí, aunque no salga en la pieza, deberemos limpiar el bote de crema por dentro. Una vez hecho, algo en que no tardamos más de cinco minutos, tenemos un escondite maravilloso.

El Secur Beach

Se trata de una caja fuerte para llevar a la playa o a la piscina, pero es ligera (pesa 750 gramos) y sobre todo resistente. La componen materiales como fibra de vidrio, polipropileno, poliamida... capaz de aguantar los golpes y las inclemencias del tiempo. Va acompañada por una barra que permite la excavación en la arena, igual que las sombrillas y gracias a su mecanismo, si alguien quiere sustraer los objetos tendría que levantar un peso de 90 kilos.

Bloke Beach

Este sistema se agarra a la sombrilla por lo que el ladrón no puede ser sigiloso a la hora de extraer las pertenencias y toda la atención del entorno recaería sobre él.

Otras opciones más convencionales

Regla número 1: si no es imprescindible no lleves el móvil.

Aunque vivimos hiperconectados en todo momento, lo más seguro para que no te roben el móvil es que lo dejes en casa. Si el hecho de no poder estar online te genera ansiedad, recupera tu viejo smartphone para tus escapadas playeras. No es lo mismo un móvil de 2010 que uno de última generación que te haya costado un pastizal.

Regla número 2: Sé discreto

Si estás constantemente consultando el móvil y luego lo metes dentro de la mochila para irte a dar un chapuzón, lo más probable es que quien te haya estado observando con malas intenciones aproveche la ocasión para sisarlo. Sé discreto e intenta no utilizar el móvil si no es por necesidad.

Regla número 3: No te separes del móvil

Si has decidido que sin móvil no puedes vivir, y no quieres dejarlo oculto entre tus pertenencias, entonces, hazte con una funda que proteja tu móvil del agua. Llevan un cordón para que te los cuelgues del cuello tranquilamente. Eso sí, mejor no te metas en el agua con él, si piensas irte a nadar. Déjalo escondido en una toalla cerca de la orilla; al final será más difícil que te roben teniéndolo cerca que a tres kilómetros.

Con estos inventos y algunos consejos evitarás, o al menos pondrás muy difícil, que te quiten tanto tu móvil como tus pertenencias personales, de manera que podrás darte un baño tranquilamente y desconectar. ¿No tratan de eso las vacaciones?