Creador de una de las franquicias más importantes en la historia de los videojuegos e impulsor de un programa de pilotos de automovilismo que trasciende la pantalla para adentrarse en circuitos reales, este niño grande de ojos risueños y sonrisa sincera creó en 1998 el primero de una serie de videojuegos que lo cambiaron todo: Gran Turismo. Sesenta millones de copias vendidas después -2 millones y medio en España- ha venido a nuestro país para disfrutar del buen tiempo, el jamón serrano y de Gamelab, la feria que abre oficialmente la temporada de videojuegos en Europa.

Un creador de videojuegos de conducción imagino que tiene carnet.

Sí.

¿Y qué coche conduce habitualmente?

Un Nissan GTR.

¿Un deportivo?

Aparte de su potencia es un vehículo mucho más práctico de lo que parece. Tiene un gran maletero.

Tengo entendido que tiene algún otro coche en su garaje...

Sí [ríe]. Entre los coches que hay en mi garaje tengo un Ford GT que es la versión moderna del mítico Ford GT40, un Porsche GT3, un Mercedes SL55 AMG y una versión deportiva del JS2000.

¿Cómo le surge la ocurrencia allá por el año 1998 de crear un videojuego tan diferente al resto como Gran Turismo?

Más que una idea fue una cuestión de buena suerte. Tuve la suerte de poder recrear un sueño que tenía desde la edad de 15 años. Yo siempre quise crear imágenes en movimiento.

Pero usted empezó a trabajar en Sony Music.

Sí. Allí pensé que podría hacer videoclips musicales, pero de repente se presentó la oportunidad de crear videojuegos y eso era algo que yo llevaba haciendo desde que tenía diez años y nunca me planteé que esto se convirtiera en un trabajo real.

¿Y eso por qué?

Yo pensaba que crear un videojuego debía ser algo tan divertido que no podía ser un trabajo y cuando se presentó la oportunidad entonces me puse a crear el juego que desde pequeño me hubiese gustado hacer.

Es decir, que usted de niño no quería ser bombero o astronauta. Quería hacer videojuegos.

En parte. Cuando tenía cuatro años, al igual que otros niños, quería ser astronauta. De hecho uno de mis libros favoritos y que siempre llevaba bajo el brazo era un tratado sobre el espacio.

¿Y cuándo cambiaron sus inquietudes?

Cuando tenía unos diez años empezaron a aparecer los primeros ordenadores, como el Apple II, y entonces fue cuando despertó en mí esa afición por la creación de juegos.

Pero en esa época no existían las videoconsolas.

No existían, y por eso si querías un videojuego tenías que crearlo tú mismo.

En pintura existe un estilo llamado hiperrealismo, por el cual el lienzo representa una imagen con tanto detalle que parece una fotografía. ¿Es usted el padre del hiperrealismo en los videojuegos?

En realidad mi influencia no viene directamente del movimiento pictórico, pero sí que hemos intentado siempre reproducir el mundo real dentro de una videoconsola de la forma más fiel posible.

¿Y qué ha sido lo más difícil de recrear?

La luz, el polvo -que nosotros llamamos simulación de partículas...- Todos esos elementos son muy difíciles de reproducir, pero lo más complicado es sin duda integrar en un conjunto la gran cantidad de piezas que hay en un videojuego.

GT Academy, la academia de conducción impulsada por usted ha llevado a pilotos del videojuego a los circuitos. ¿Cree que algún día veremos a un jugador ganando en, por ejemplo, Le Mans?

Sí será posible. Gracias a GT Academy y a la colaboración de Nissan en estos momentos hay muchos pilotos que a través de este programa se han convertido en pilotos profesionales. Aunque también depende de la actitud y del talento de estos jóvenes para que se puedan abrir camino en ese mundo.

Y el máximo exponente es un español, Lucas Ordóñez, primer ganador del GT Academy.

Sí, pero no solo Lucas Ordóñez que fue el primer ganador, sino que también está Jordan Tresson -el segundo ganador- y demás. Todos tienen un enorme talento y siempra miran hacia adelante.

Se ve que le gusta mucho este proyecto.

Tengo la sensación de que con este programa vamos a hacer historia. No solo veo posible ganar algún día las 24 horas de Le Mans, sino que lo veo muy viable. Incluso podría haber algún día un campeón de Fórmula 1 que haya salido de GT Academy.

Y la edición de este año está siendo la más multitudinaria de la historia.

Hace poco que ha terminado la primera fase, la que es on line, y la participación ha sido de más de un millón de personas. Durante dos meses más de un millón de jugadores han competido, por lo que podemos darnos cuenta de la importancia de este proyecto.

Hablando de las legendarias 24 horas de Le Mans, Nissan presentó un prototipo revolucionario, el Deltawing. Parece salido de Gran Turismo...

Yo no he tenido nada que ver, pero tal vez Gran Turismo ha sido fuente de inspiración para la creación de ese prototipo.