SEMANA SANTA

Loa a las mujeres del Santo Encuentro

La procesión que relata el camino de Jesús a la crucifixión homenajea a María Magdalena, la Verónica y María

Centenares de personas arropan el cortejo de los cinco pasos en la plaza de Santa Ana de Las Palmas de Gran Canaria

Procesión del Santo Encuentro 2024, Las Palmas de Gran Canaria

Juan Castro

A las ocho de la noche de este Miércoles Santo sonaban las campanas de la iglesia de Santo Domingo de Guzmán y la cruz y el estandarte de la Real, Ilustre e histórica Hermandad del Santo Encuentro de Cristo y cofradía de nazarenos del Santísimo Cristo con la Cruz a Cuestas y Nuestra Señora de los Dolores de Vegueta , en Las Palmas de Gran Canaria, asomaban en la puerta. La solemnidad del momento era incapaz de apagar los murmullos y las conversaciones de las decenas de personas que se habían acercado a ver los pasos que en unos minutos saldrían en procesión por las calles de Vegueta. Una falta de respeto con los más devotos que viene siendo habitual en los cortejos de Semana Santa de la capital grancanaria. El primero en salir fue el Cristo con la Cruz a cuestas con el Cirineo acompañado por la Agrupación musical La Salle, de Agüimes. Comenzaba así la procesión del Santo Encuentro, conocida también por el Paso, que tendría su momento cumbre en la plaza de Santa Ana, donde se relataría el significado de cada imagen y en el que se hizo una exaltación a la virgen María, como «la nueva Eva» de los que viven en la fe cristiana.

Público asistente al Santo Encuentro y parte de la Agrupación musical La Salle, de Agüimes.

Público asistente al Santo Encuentro y parte de la Agrupación musical La Salle, de Agüimes. / Juan Carlos Castro

Tras el Cristo salió San Juandel templo, seguido de María Magdalena. La salida de La Verónica tuvo que esperar unos minutos por una retransmisión televisiva en directo. Y, tras ella, la virgen de Los Dolores con su manto negro bordado en hilo de oro.

El Encuentro volvió a congregar un año más a centenares de personas en la plaza de Santa Ana, que esperaban la llegada del cortejo. A las nueve en punto hacia su entrada por las Casas Consistoriales después de que el pasado año la cofradía eliminará los encuentros entre las imágenes por las calles del casco histórico de la ciudad por escaso seguimiento.

La Agrupación musical La Salle, de Agüimes, interpretó 'En los brazos de María', una pieza compuesta por el trompetista Galileo González Viera para pagar la promesa de un cofrade

«He aquí el hombre», decía una voz a los asistentes, que relató la profecía de Isaías sobre la venida de Mesías. «Él soporta nuestro sufrimiento y dolor. Estamos contemplando la imagen de un fracasado y no la de un vencedor que esperaba el pueblo. Jesús ha sido derrotado y solo le queda entregar su vida. Ya no tiene aspecto humano, sus discípulos han huido y lo han dejado solo. Judas le ha vendido y San Pedro ha renegado de él», manifestó. Y, a continuación, señaló el significado de la Cruz: amor y misericordia. «Jesús carga con la cruz de todos, sobre todo con los más frágiles, con los dependientes, con los toxicómanos, con los que están en la pobreza», añadió.

El papel en la vida de Cristo

Los pasos, obras del imaginero Luján Pérez; salvo la de María Magdalena que es del escultor Silvestre Bello, se fueron acercando uno a uno al Cristo y el relator explicó el papel que jugaron en la vida de Jesucristo. Y, especialmente, en las últimas horas. 

«Como mujer, María Magdalena recibe una misión. La de ser apóstol de los apóstoles. Hay que aprender de ella, de su labor», dijo. Mientras que de la Verónica alabó que no se quedará en el lamento de ver a Jesús, sino de que le enjuagará la cara. «No se queda en el lamento, sino que entra en acción, Un reflejo de lo que debemos hacer, imitémosla, ayudemos a los demás», apuntó.

«María está viviendo en profundidad la profecía de Simeón. Lejos quedan los días felices de Nazaret en los que ha sido elegida como madre de Mesías. María es la nueva Eva, la que une a todos los que viven en la fe, incluido los que han nacido en el siglo XXI», declaró.

El relator habló de una madre preocupada por su hijo, que le acompaña y le consuela hasta el final como cualquier madre que hubiera tenido un hijo «muerto por el terrorismo, por la guerra, por las drogas. Es la madre que acoge a la humanidad. Ella con los nuevos discípulos lleva la nueva barca del cristianismo», manifestó en la loa a María y a todas las madres.

El público fotografiando la talla de María Magdalena, obra de Silvestre Bello.

El público fotografiando la talla de María Magdalena, obra de Silvestre Bello. / Juan Carlos Castro

Fue el momento en el que la imagen de Los Dolores de Vegueta apareció en la plaza de Santa Ana y se acercó al trono de Cristo. Y también de que la Agrupación musical La Salle interpretará ‘En los brazos de María’, una pieza en dos movimientos creada para la propia hermandad del Santo Encuentro por el trompetista Galileo González Viera con arreglos de Miguel Ángel Font. La composición es el resultado de la petición de un cofrade con el fin de pagar una promesa y habla precisamente del amor desinteresado de una madre.

«Para nosotros supone el colofón a un proyecto que surgió hace ya algún tiempo de la mano de la Hermandad del Santo Encuentro y, que además de una ilusión cumplida, representa una responsabilidad por hacerlo en un marco y en un momento único como es la plaza de Santa Ana y la escenificación del Santo Encuentro», dijo el director de la Agrupación musical La Salle Juan Antonio Estupiñán, que agradeció a todos los componentes su implicación y esfuerzo.

Estupiñán alabó también «la inquietud e ilusión» con el que Galileo había trabajado en la pieza, pese a todos los obstáculos que habían surgido y terminó diciendo que esperaba que la incorporación de esta marcha al repertorio sirviera para «contribuir hacer más especial, si cabe, este emotivo acto de la Semana Santa, como así fue con la interpretación del tema y las 28 composiciones que tocaron durante el cortejo.

Acabada la pieza. Las imágenes emprendieron el camino a la Catedral de Canarias, donde estarán hasta el Viernes Santo, en el que volverán a salir en la procesión Magna.