Como Denominación de Origen se reconoce a las entidades encargadas de acreditar la normativa en los vinos canarios y velar por su cumplimiento, así como fomentar, controlar y promocionar los vinos amparados en esta.

En Canarias existen diez D.O., cinco de ellas situadas en Tenerife (Abona, La Orotava, Tacoronte-Acentejo, Valle de Güímar e Ycoden-Daute-Isora) y, con el título de cada isla, una en Gran Canaria, La Gomera, El Hierro, La Palma y Lanzarote. Todas ellas tienen un mismo cometido, poner en valor los vinos isleños.

Los primeros viñedos llegados a Canarias, allá por el siglo XVI, trajeron de su lugar de origen una riqueza varietal de viñas difícil de igualar. La naturaleza volcánica de los suelos y la perfecta adaptación de las cepas a los numerosos microclimas de las islas han convertido a Canarias en una reserva vitivinícola de excepción.

El vino es una de las bebidas más antiguas que se conocen. Se han encontrado restos de viñedos cultivados en el Caucaso, ¡que tienen una antigüedad de 7.000 años! De la tradición e historia del vino nos hablan escritos antiguos, así como el paisaje y las bodegas, reflejo de su historia, o los mismos refranes de vino que forman parte del saber común.

La uva es un fruto con una tendencia natural a fermentar, por lo que probablemente, el vino fue la primera bebida alcohólica que conoció la humanidad.

El descubrimiento el vino pudo producirse por casualidad, cuando alguien dejó olvidadas unas uvas en algún recipiente, éstas fermentaron y luego alguien probó el caldo resultante. Además, la vid presenta una gran facilidad de adaptación, factor que sin duda ayudó en su expansión. La referencia más antigua sobre el vino parece pertenecer al Antiguo Testamento, cuando "Noé comenzó a labrar la tierra, y plantó una viña; bebió el vino y se embriagó" (Génesis 9-21). Esta referencia marca la presencia del vino en la tradición judeo-cristiana desde los primeros tiempos. En la Biblia aparece citado más de 200 veces (en algunos de las citas, se llama también a la moderación en el consumo...), lo que es una muestra de su gran importancia en todas las culturas de la zona: Babilonia, Egipto, Sumer, etc. Más tarde, adopta un papel clave en el ritual cristiano.

Los mejores vinos de Gran Canaria de 2018

El prestigio histórico de los vinos de Canarias es un recuerdo para los aficionados y los estudiosos. Nos referimos a los que se producían en el siglo XVII y tenían su destino en Inglaterra antes de que los vinos de Jerez, incluso los Oportos y los Madeiras hicieran su aparición en las mesas de aquellas islas británicas.

De esos tiempos, quedan los edificios aduaneros, las referencias históricas, las leyendas y un buen hacer que hoy continúa en todas las islas del Archipiélago; ya que en todas ellas se elabora vino en la actualidad.

El cultivo del viñedo canario es hoy la continuidad del trabajo de los emigrantes que procedentes de diferentes zonas de Europa, traen técnicas y maneras de trabajar esta planta, que hoy siguen siendo únicas en el mundo, por lo que decimos que el vino de Canarias, es su viñedo y por lo tanto su paisaje. El hecho de que haya variedades que exclusivamente crecen en las islas, o que las formas de cultivo son únicas y remiten a tiempos remotos, hace que esta plantación merezca un estudio, ya que es uno de los pocos lugares en el mundo vitivinícola, en el que la filoxera, el insecto que destruyó las cepas europeas, no llegó.