Una vez que nuestro blog ha superado ampliamente el millón de visitas, lo vamos a celebrar contando cómo y por qué nació este espacio y algunos de sus vericuetos. Espero no ser muy pesada.

El placer de escribir, de comunicarse. El pasado 14 de septiembre cumplimos cinco años de existencia y actualmente ya superamos el millón de visitas; un dato que nos anima y dado que se trata de un logro en el que han colaborado muchas personas, quiero compartirlo con ustedes; con los amigos que comentan los artículos, lo visitan, sugieren temas y discrepan sin piedad. No sé bien cómo se agradecen estas cosas pero como creo que no hay sentimiento más generoso que la alegría compartida, de esa alegría quiero hacerles partícipes. Este blog abrió sus puertas en septiembre del año 2009 y en cierta medida es propiedad de todos los que colaboran en él. Si algo faltaba para estar brincando es que en los dos últimos años ha habido temas que han propiciado hasta 12.000 visitas en dos días y que la media de visitas diarias se ha incrementado de una manera importante.

Vamos a presumir un poco y decir que el blog es cada vez más conocido y que recibimos comunicaciones que añaden la coletilla de “…porque no creo que lo publiquen en otros medios…”. Nos gusta. Los lectores saben bien que si hay alguna noticia o artículo de opinión que en otros medios son “trabadas” por escasa plantilla o desinterés aquí la publicamos una vez que su contenido no tenga nada que ver con la ofensa confirmemos la información.

Pero, ¿cómo nació el blog y por qué? Vamos a ver si soy capaz de contarlo que hay detalles que tengo olvidados. Antes de irme de La Provincia tuve un blog en el periódico (¿La vida misma?, no lo recuerdo) que atendía a medio gas dado que lo compaginaba con informaciones que debía cubrir cada día, así que publicaba cosas pero sin mucha actividad. Una vez que dejé el periódico una compañera de profesión, que ya había abierto uno, me comentó: “Abre un blog, que te lo pasarás bien. Verás.”. Y yo, que tengo tendencia a meterme en todos los líos no lo dudé. Hablé con mi amigo Eduardo Moreno “Chachón” a ver qué le parecía y si ello suponía un trabajo añadido. Dijo “probamos” y el 14 de septiembre de hace cinco años lo pusimos en marcha. Los inicios fueron un poco, solo un poco, complicados porque manejar las tripas del blog nos agobiaba, sin embargo, tenaces como somos ambos, iniciamos la marcha. En un principio era yo sola la que escribía pero un día, lo saben mis compañeros, comenzaron a producirse despidos en la prensa y decidí invitar a colegas para que tuvieran aquí un espacio común donde poder opinar, compartir y en cierta medida estar juntos, como en las redacciones. La frialdad de un teclado lo suplimos de esa manera, con los compañeros que nos mandaban textos.

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