Los vecinos de su bloque no pudieron evitar la muerte indigna de una mujer de 50 años que desde hacía diez sufría Síndrome de Diógenes. Y lo intentaron. Pero acabaron agotados El autor de la crónica de este suceso hablaba de una situación límite. Ya sabemos que el Síndrome de Diógenes acaba convirtiendo a quien lo sufren en una persona antisocial, casi siempre viviendo en la soledad, y en ese camino un día le echa el cerrojo a la vida normalizada y decide morir entre basura. Siendo Schaman un barrio de Las Palmas de Gran Canaria muy solidario no dudo de que algunos han hecho lo imposible para ayudarla. Una de ellas conoció a la fallecida cuando era joven. «Por edad pude ser su madre», cuenta. Es una de las vecinas que vivió desde una prudente cercanía su viaje hacia la cloaca. Recuerda que hasta hace diez o doce años, vecinas que la conocían, alarmadas por su compartimiento y concepto errático de la limpieza, trataron de ayudarla pero fracasaron. Cada vez era más complicado que abriera la puerta; temiendo por su situación dieron la voz de alarma pero sirvió de poco.

Como la vida tiene extraños vericuetos cuentan que los padres de la fallecida eran muy buenas personas y Cáritas lo sabe bien. Como en casi todas esas situaciones la enfermedad de sus mayores abre la puerta a la soledad y la desesperación y entonces buscan un escondite entre la basura. Hacía años que no leía un suceso como este.