Ahora le hablo a los pájaros que revolotean por lo alto del cielo azul. Para que la brisa que me da en la cara y que mueve las hojas de los árboles, lleve con ella mis palabras.

Acoge mis frases en tus manos, suave brisa, y llévalos en tu andar por el mundo. Sube las montañas acariciándolas, pasa arras del mar de árboles que forman la enorme manta verde del valle.

Que las gentes del lugar puedan ver que tú me llevas en tu regazo, que eres mi cómplice y mi amigo. El tiempo no es un inconveniente para nosotros, somos el amo del mundo. Del tiempo, del espacio y las fronteras.

Mis palabras van mucho más allá, y tú también puedes superar todos los límites establecidos. De esta manera, con tu ayuda, podré llegar a todo lugar que me proponga. A cualquier persona, a cualquier alma o sueño.

Ven y tómalo. Toma este mensaje de tranquilidad y Esperanza. De sincero ánimo a conseguir lo que verdaderamente quiere y desea. A lograrlo!!!

Venga, ahora, echa a volar, lánzate por los cielos. Corre, vuela. Llévale el mensaje, no te detengas por nada del mundo. Y no olvides recordar que en las oscuras noches en que solo se pueden ver las pequeñas estrellas del firmamento, brilla la más grande y singular. Por la Luz que emite. Por la sinceridad de sus formas y por lo nítido de brillar, es única. Me alumbra, me emboba, me relaja, me hace vivir y sentir sensaciones muy especiales. Tan especiales y profundas, que el día se hace eterno esperando que el sol se duerma, para encontrar luego, el verdadero sol de mi noche. Tú.