Quiero ver al mundo desde otro lugar lejano. Ocultarme detrás de la luna para que este pobre corazón no sufra por abusos desenfadados, contagiados por la codicia, avaricia y odio de otros.

Me muero por momentos, me quita la vida, me deja huella en mi corazón ya lastimado en este día tan sombrío.

No, no quiero más.

Dame alegrías, dame ilusión de algo mejor. Cuéntame de lo bien que se está allí en lo lejos, de aquellas ilusiones alcanzadas. Del buen tiempo que vives, de lo bien acompañado que estás.

Háblame del amor, de la comprensión, de la ayuda que le haces a quien lo necesita. De lo bien que te agradece lo bueno que eres. Dime cosas así, es lo que quiero oír ahora, y mantener la esperanza de poder ocultar las heridas que sangran dentro de mí. Porque si las averiguan, más daño me podrán hacer.

Déjame ahora.

Discúlpame,

quiero estar un rato,

oculto,

tras la luz de la Luna.