En la Villa Mariana de Teror se encuentra un pintoresco rincón llamado “Arbejales”; desde su altura se denomina una perspectiva panorámica, llena de gran belleza. Topónimo que tiene sus reminiscencias en las zonas de Castilla, al Norte de la Provincia de Palencia.

Coinciden en la historia el término de, “Arbejales, Arbejal o Las Arbejas” y que desde la Provincia Castellana se estableció en la Villa Mariana de Teror y en el pueblo de Artenara: recordemos el término “Arveja” que es de origen canario y que la grafía a impuesto “Arbejales”, a la denominación del barrio. Según José Antonio Lujan, historiador, su origen topónimo es eminentemente agrícola y su antigua grafía es “Las Arvejas” o guisantes.

Parecen haber sido los portugueses los primeros pobladores de Los Arbejales, ya que en la mentalidad de su gente se identifica lo galaico y lo portugués; de hecho el nombre de “Montaña del Gallego” y otros tantos lugares dan origen y afirmación a lo dicho.

Contiene Arbejales una riquísima toponimia, la que debe se conservada en sus nominaciones tradicionales, porque son señas de identidad; materias de estudios gráficos, históricos y lingüísticos. Intereses en la que han influenciado la vegetación; las motivaciones geográficas o personas populares, dando nombre a barranquillos, lomas o caseríos.

“Los Morales, Somadilla, Ojero, Monteros, Caidero, Corredor, Las Toscas, Majadilla, Lindón, Carril, El Llanillo, San Isidro, Sequeros, Bajo Montaña, Collado, Lomo Gallego, Degollada, Piquillo, Espartero, Laurelar, Cuesta Falcón, Las Hoyas, La Cuesta, La Montañeta, Llano Roque, con sus aledaños y otros lugares diversos, con distintos topónimos, unidos al recuerdo de los apellidos de sus primeros pobladores, hacen del lugar un vergel, del que necesitaríamos varias páginas para desglosar su prosapia.

Allá, en el lejano Siglo XVII, (1684-86) el Doctoral Juan González Falcón, dueño del Cortijo de San Isidro, fabricó una Ermita al Santo de Los Labradores, amorosamente custodiada en la actualidad, por la “Familia Grimón Navarro” y que mantiene viva su fiesta el primer domingo de Julio; acompañada de una “Monumental Romería”, la que se remonta las mismas del Agua y el Pino en Teror. (Aunque algunos no lo reconozcan) Pues esta la tercera Ermita edificada en territorio de Teror.

Arbejales tenía un gran interés en los primeros años de su poblamiento peninsular y galo: por sus tierras feraces y abundancias de agua. Rodeada de numeroso nacientes le convertían en un destacado balneario, y que tras los litigios con la Heredad de Tenoya, y el desangrado del terreno, invadido por pozos y galerías, así como la disminución de las frecuencias pluviales, le han dado un giro contrario. Aunque no deja de tener por ello un gran encanto, como remanso de paz y lugar de descanso, acompañado de aires puros y limpios.

Pero fue a partir de comienzos del siglo XX, 1913, con el comienzo de la edificación de su actual Templo Parroquial, cuando alcanzó su peculiar expansión. Bien manifestaron Don Vidente Hernández Jimeménez, Ex-Cronista Oficial de la Villa Mariana de Teror y Don Julio Sánchez Rodríguez, (octavo párroco), entre 1992 – 1995: “La Iglesia que hizo Pueblo”.

Terminada en la primavera de 1918, el 29 y 30 de Junio de dicho año, al Excmo. Sr. Obispo, Dn. Ángel Marquina y Corrales, procedió a su bendición, comenzando allí lo que hoy contemplamos. Bien claro nos lo dejó, escrito con su puño y letra.

···”Tiembla en nuestra mano la pluma por la emoción al escribir estos renglones con los que vamos a revelaros un misterio de piedad. A fuerza de trabajos prolongados y de heroicas generosidades, cuya relación se conoce ya y se comenta con honor merecido en la Diócesis entera…”.

Y que finalmente S.I. remataba con las siguientes declaraciones:

···”Y desde allí, volvamos a esta encantadora peña del Atlántico y deteniendo vuestro vuelo, fijémonos un momento en las cumbres veneradas de este pedazo de tierra que encierra, cual sagrado relicario, todos nuestros recuerdos, todos nuestros amores, todas nuestras alegrías, todos nuestros consuelos, y desde allí:

“···En un casi desconocido rincón de nuestra Gran Canaria, en Los Arbejales de Teror…”, veremos levantarse un monumento glorioso; un Templo, el primero del Archipiélago Canario que en este mismo día será Consagrado al Sagrado Corazón de Jesús. ¡Oh! Este Templo grandioso que encierra en si un mundo de alegrías y entusiasmo, para todo corazón canario…”.

*Con la misma ilusión que seguiremos trasmitiéndoles la historia y la anécdotas que le acompañan en los años posteriores.

--Fdo: Eleuterio Jesús Santana Déniz. (Recopilador histórico).

--A 22 de Agosto del año del Señor 2013.-