Aceite de almendra

Llegando el invierno, lo que procede es cuidar la piel. Nutrirla y prepararla para el aire y el frío, la calefacción y los cambios bruscos de temperatura. Cuando acaba el verano, le hemos añadido un par de años a nuestro aspecto y muchas veces, tenemos que cortarnos el cabello para que no se noten las agresiones a las que le hemos sometido. Para prevenir eso y además no permitir que ese bronceado que tanto nos ha costado conseguir no se vaya con las primeras luces de los fluorescentes del lugar de trabajo, debemos preparar y posteriormente cuidar nuestra piel y para ello tenemos un buen aliado:

El aceite de almendras dulces

El aceite de almendras dulces es un aceite natural muy barato y con mucho poder regenerador e hidratante. Es un antiinflamatorio natural. Además de calmar las irritaciones de la piel, suaviza e hidrata todo tipo de pieles, sobre todo las pieles secas frágiles o agrietadas.

El aceite de almendras dulces es rico en proteínas, sales minerales como zinc, hierro, potasio y magnesio y vitaminas A, B, B5, B6 E y D, además de tiamina, riboflavina, niacina.

El aceite de almendras dulces tiene un uso muy amplio en cosmetología, precisamente por sus propiedades hidratantes y regeneradoras. Otro de los motivos es porque es muy fácil de mezclar con otros componentes como los aceites esenciales (cuando no se toleran las soluciones con alcohol).

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almendras amargas

Aceite de almendras dulces

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