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La noticia de que ya estaban aquí dos vacunas contra la Covid-19, Pfizer- BioNTech y Moderna, y que su eficacia contra el coronavirus era muy alta, 95% y 94% respectivamente, nos hizo agarrarnos a la esperanza de poder volver, en un futuro no muy lejano, a la tan añorada normalidad.

Pero los obstáculos en el camino no tardaron en aparecer en forma de mutación del SARS-CoV-2. Y las ya famosas cepas británica y sudafricana llegaron para enturbiar las “optimistas” previsiones de recuperación mundial, ya que son mucho más transmisibles que las existentes hasta ahora.

Que apareciesen esas dos u otros trillones de mutaciones no es algo sorprendente ni inesperado. Las mutaciones de los virus son algo que ocurre constantemente, de forma aleatoria, y su resultado es una cuestión de suerte: En ocasiones no suponen cambios sustanciales, pero a veces, como en el caso del coronavirus, tenemos terror a que pongan en peligro la eficacia de las vacunas.

Uno de los laboratorios que ha desarrollado una de las vacunas, Pfizer-BioNTech, ya ha comenzado a realizar pruebas para comprobar que su vacuna es efectiva contra estas dos nuevas variantes, que tanto miedo provocan por sus altos índices de contagio. Y ya tienen resultados, aunque todavía sean muy preliminares.

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Resultados del estudio

Según los estudios in vitro realizados en laboratorio, los anticuerpos de personas que han recibido la vacuna Pfizer-BioNTech COVID-19 neutralizan eficazmente el SARS-CoV-2 con una mutación clave que también se encuentra en las cepas británica y sudafricana.

Y aunque estos dos virus más contagiosos son diferentes, comparten la mutación N501Y, que se ha demostrado en ratones que infecta de forma más eficaz. Para los más ‘avanzados’ podemos decir que se encuentra en el sitio de unión al receptor de la proteína de pico y da como resultado que la proteína de pico del virus se una con más eficacia a las células del receptor.

Para determinar si los sueros de las personas que habían recibido la vacuna Pfizer-BioNTech COVID-19 podían neutralizar el SARS-CoV-2 con la mutación N501Y, se generó un virus con esta sustitución en el laboratorio de la Universidad de Texas (UTMB).

Tras extraer suero de 20 participantes del ensayo de la vacuna en Fase 3, se observó que los anticuerpos que contenían fueron capaces de neutralizar tanto el virus con la mutación N501Y, como el virus sin la mutación. Es decir, que esa mutación en concreto no crea resistencia a las respuestas inmunitarias inducidas por la vacuna Pfizer-BioNTech.

Un resultado altamente esperanzador, con la salvedad de que el virus probado en este experimento no incluyó el conjunto completo de mutaciones de pico encontradas en las cepas británica y sudafricana.

Y todavía van a ser necesarios más estudios para confirmar definitivamente que la vacuna de Pfizer-BioNTech es realmente capaz de neutralizar estas dos nuevas cepas que nos amenazan por su alto nivel de infectividad.

Además, la tecnología utilizada para el desarrollo de esta vacuna, el ARN mensajero, permite que se pueda ir ajustando y actualizando si se produjeran cambios importantes en la forma de actuar del SARS-CoV-2.