El Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) está en contra del uso del ozono como tratamiento contra el coronavirus.

Así lo ha manifestado la organización en un comunicado tras la decisión del Juzgado de lo contencioso administrativo número 1 de Castellón de la Plana de obligar a un centro hospitalario a utilizar este tratamiento en un paciente grave, a petición de sus familiares.

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El citado juzgado obliga al Hospital de la Plana a aplicar esta terapia que, destacan los médicos, no está aprobada por la Agencia Española del Medicamento.

De acuerdo a la sentencia del Juzgado castellonense, los sanitarios tendrán que aplicar este tratamiento a un hombre, ingresado desde el pasado mes de julio, pese a que no hay evidencia científica de su eficacia.

«En la Unión Europea, este gas no está considerado un producto sanitario, mientras en España, esta terapia conocida como ‘ozonoterapia’ no está autorizada por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios», destaca el organismo público.

¿Qué es la ozonoterapia?

La ozonoterapia es la administración de ozono en el organismo. Un tratamiento que no está avalado por la ciencia y que «no está incluida en la cartera de servicios del Sistema Nacional de de Salud», tal y como subraya la Organización Médica Colegial de España.

Según los defensores de este tratamiento, la ozonoterapia permite al cuerpo aumentar la capacidad para destruir las células causantes de «afecciones aparato locomotor, tales como artritis, tendinitis o fascitis».

«En el caso de nuestro país, su uso solo podría producirse en el contexto de una autorización de comercialización, que por ahora no tiene ningún producto, o en el contexto de un ensayo clínico autorizado por la AEMPS», dice el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos en nota de prensa.

«Hasta la fecha actual solo hay uno —con referencia EudraCT 2020-005020-11—, pero no ha iniciado la fase de reclutar pacientes, de modo que no puede considerarse como iniciado».

La decisión judicial va, por tanto, en contra «de los protocolos científicos del centro sanitario a un paciente ingresado en la UCI. Por tanto, se considera que la injerencia judicial en decisiones clínicas podría alterar gravemente los procesos de evaluación que desarrollan las sociedades científicas y el trabajo de las agencias de evaluación del Sistema Nacional de Salud».

En este sentido, el Colegio Oficial de Enfermeros de Castellón hace hincapié en que «debe defenderse la evidencia científica y el interés general de la salud pública ante la aplicación de pseudoterapias o terapias alternativas sin eficacia demostrada»

El uso de un tratamiento experimental sin garantías científicas provoca «inseguridad». Recaería sobre los profesionales «del sistema público de salud un eventual empeoramiento del paciente tras la aplicación del ozono».

¿Qué tratamiento reciben los pacientes graves con Covid?

En la actualidad, y después de un año y medio del estallido de la pandemia del coronavirus, los pacientes más graves reciben un tratamiento muy específico para luchar contra el SARS-CoV-2.

Se tratan «a través del uso de antirretrovirales, y el tratamiento de soporte está centrado en la utilización de esteroides, heparinas, anticuerpos frente a citoquinas y oxígeno suplementario.

También «a través de la intubación laríngea en los casos en los que existe fracaso de la capacidad respiratoria».

Por tanto, esta falta «de rigor científico y metodológico no permite conocer los posibles efectos secundarios de la aplicación de este tratamiento».

Además, destaca la Organización Médica Colegial de España «la imposibilidad de demostrar los beneficios de la ozonoterapia en pacientes COVID-19 graves».

«Se considera que actualmente este tratamiento no debe ser utilizado en humanos fuera de ensayos clínicos adecuadamente diseñados y aprobados por las autoridades competentes», concluye.