Durante el año 2020 y en lo que llevamos de 2021, hemos convivido con dos pandemias, una visible y con efectos a nivel mundial, la ocasionada por la Covid-19 y otra silenciosa, amenazante y globalizada, la del suicidio.

Por ello, el Colegio Oficial de la Psicología de Madrid ha presentado el proyecto «Hablemos de… Suicidio», con el que quiere visibilizar esta lacra social que está afectando gravemente a nuestro país.

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Los datos facilitados por psicólogos madrileños ponen de manifiesto una situación preocupante.

Una de cada 100 muertes en el mundo según la propia Organización Mundial de la Salud es por suicidio, siendo una de las principales causas de fallecimiento en todo el planeta.

Pero hay más. 1 de cada 4 personas tendrán un trastorno mental a lo largo de su vida. Y de ellos, entre el 35% y el 50% no reciben ningún tratamiento o no el adecuado, según el Colegio de Psicólogos de Madrid.

La última encuesta del CIS detecto que un 6.4% de la población ha acudido a un profesional de la salud mental durante la pandemia. Siendo un 47.3% por ansiedad y un 35.5% por depresión.

En España, alrededor se producen 10 suicidios diarios. Casos que en su mayoría son ocultados bajo el estigma, el tabú y el silencio que envuelve una realidad que causa en torno a un millón de fallecimientos en el mundo cada año, una muerte cada 40 segundos.

Hombres jóvenes los más afectados

Los últimos datos que constan y detalla el Instituto Nacional de Estadística en el año 2019, reflejan una cifra que no deja de sorprender a profesionales ante un grave problema de necesidad y atención pública.

3.671 personas murieron por suicidio en 2019, de los cuales 2.771 eran hombres y 900 eran mujeres.

La franja de edad más afectada es la de personas entre 30 y 39 años. Seguidos por la franja de 50 a 54 años y por la de entre 45 y 49 años.

En resumen, el suicidio se ha convertido en la principal causa de muerte no natural en población adulta y, desde hace poco tiempo, también lo es entre los jóvenes de edades comprendidas entre los 15 y los 29 años con 307 muertes por suicidio.

La gravedad de la situación es tal que los especialistas calculan que en el año 2020 se han incrementado un 250% las ideaciones suicidas y los intentos autolíticos.

«Cifras que no dejan de abrir preguntas e interrogantes sobre los motivos por los que se deben poner en marcha campañas de sensibilización como se han realizado con otros problemas sociales como los accidentes de tráfico o la violencia de género, cuyos resultados avalan la importancia de su implantación, seguimiento y difusión social» indican los psicólogos.

José Antonio Luengo, Decano del Colegio, insiste en «la importancia del acompañamiento y la educación emocional en la sociedad y las familias como un factor protector de la ideación suicida de los adolescentes».

El suicidio no es una enfermedad mental

Todo apunta a que los datos del 2020 indicarán que el suicidio volverá a convertirse en la primera causa de muerte no natural en España, confirmando la urgente necesidad de una mirada de atención y vigilancia pública.

«Tristemente, seremos testigo de no poder remedio inmediato en ello, de un tratamiento discreto, silenciado en ocasiones, y con un bajo perfil en torno a la conducta suicida», lamentan desde el Colegio de Psicólogos de Madrid.

Tras escuchar las aportaciones de diversos sectores, los especialistas en psicología subrayan la necesidad de atender a la conducta suicida no sólo desde un enfoque clínico y sanitario.

También es esencial entender y estudiar la compleja interacción que ejercen las nuevas tecnologías de información y comunicación en el proceso de salud de las personas, en especial entre la población más joven.

El proyecto «Hablemos de… Suicidio», pretende eliminar el estigma y el tabú que rodea al suicidio y poner de manifiesto la necesidad de atender a este problema siempre silenciado.

Abordar de forma integral, científica y actualizada un fenómeno, para que «todos los agentes de prevención tengan un espacio y tiempo de calidad».