La humorista califica de "calvario" su experiencia con Norwegian, que canceló su vuelo Madrid-Gran Canaria y dejó tirados a 120 pasajeros en Barajas. La cómica, que triunfó con su vídeo sobre el sandwich de atún y millo, no dejó escapar la oportunidad para sacar su lado más cómico en sus redes sociales. Cámara en mano y con un primer plano, grabó el final de sus 10 horas en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas a la espera de que la compañía les diera algún tipo de información.

Asegura que en la primera hora que se retrasó, solo pasó una manguera por el avión que llevaba "aparcao" un buen rato en la pista y cuyos pasajeros ya habían desembarcado en Madrid. Confiesa que comió genial por 12€ con los vales de comida, pero que la gente empezó a estresarse más cuando nadie sabía nada, ni siquiera las azafatas de "noruayan" -como ha decidido pronunciar la youtuber el nombre de la compañía, porque indica que no sabe cómo se dice de verdad-. Que ella "el inglés lo entiende" porque es cinéfila y "hay que verlo todo en versión original". Aunque no quiere intimidar a sus seguidores con su dominio del inglés, ya que "al hablarlo no soy tan buena como Samuel L. Jackson en Pulp Fiction"

Califica la situación como "un vacile", sobre todo cuando, tras esperar una hora en las cintas de maletas, les dicen que "no podían salir porque tenían un problema de bloqueo de puertas en el avión lituano": Afirma que la compañía "cuando subcontrata aviones lituanos" suelen dar problemas, al menos eso "han dicho muchos seguidores por mis redes sociales".

Cuando salieron a pedir más información tuvieron que atenderles dos agente de seguridad porque "la azafata de ´noruayan´ estaba llorando" de la presión. Una hora más tarde les hicieron escribir su nombre y DNI en un papel para "llevarnos en guagua al hotel" y coger finalmente las maletas.

Una vez alojada en el hotel la cómica compartió en su cuenta de instagram (@deliasantana) dos imágenes "disfrutando" del "glamour" del hotel en la que realojaron a la grancanaria.

Tras llevarles al hotel les aseguraron que les enviarían un mensaje o un mail para informarles. Algo que a Delia nunca le llegó y, como le "mareaban muchísimo por teléfono", decidió irse a la T2 con otros pasajeros.

Señala que en la sección de reclamaciones por teléfono, el "robot" avisaba de que ese tipo de información solo la daban en inglés. Así que decidió salir del hotel y presentarse ante la oficina de ´noruayan´ para que la dejasen hablar "por el teléfono que tienen ahí en la oficina que seguro que no ponían a una máquina". Media hora más tarde consiguió que la reubicasen, aunque señala que se hizo "un poco la actriz dramática al teléfono" y consiguió que le pasasen con una chica que hablaba español. Afirma que ella ha tenido suerte, porque consiguió que le reubicasen en un vuelo este viernes a las 16.35, pero que la mayoría tendrán que coger el avión el domingo.

A pesar del cansancio, las ganas que tiene de ir a Las Canteras y que se muere por un sandwich de atún y millo y un buen clipper de fresa, lo que más le enfada es que en la maleta no llevaba calcetines porque tenía en casa. "¿Sabes lo horrible que es estar dos días seguidos con calcetines?" señala la cómica desesperada, pero por otro lado da gracias porque "al menos me traje ropa interior".