Dos de la tarde. El sol cae a plomo sobre la calle desierta. Ni un alma a esa hora de un viernes cualquiera. Sólo se oye el rítmico claqueteo de unos cascos sobre el asfalto. Podía pensarse que hablamos de una ciudad de Nuevo Mexico. Pero no. Es Pilar de la Horadada,un municipio de la provincia de Alicante. Y el caballo, porque de un caballo se trataba, se detuvo ante la ventanilla de pedidos en coche del Burger King. Llegada la hora del almuerzo, las dos amazonas que paseaban a lomos del animal en una imagen que recordaba, quizás por la solanera, más una película del lejano oeste que otra cosa, pararon sin desmontar a pedirse una hamburguesa.

Una escena así no podía pasar desapercibida. Y algunos clientes no desaprovecharon la oportunidad de captar el momento, porque además el pedido fue atendido puntualmente, aunque no hay constancia de que la franquicia estuviera preparada para algo así.

En la información corporativa se dice que el establecimiento tiene capacidad para 132 comensales -se entiende que personas, de caballos no dice nada-, y la posibilidad de pedirte la hamburguesa y las patatas fritas desde el coche con el servicio AutoKing. Aunque, visto lo visto, podrían incluir sin problemas otros medios de transporte.

Este burguer está ubicado en este municipio de algo más de 20.000 vecinos, donde se tomaron muy en serio la apertura del restaurante- el Ayuntamiento envió una convocatoria urgente a los medios de comunicación-. El municipio de Pilar de la Horadada es conocido por haber sabido combinar mejor que ningún otro en la comarca el tirón del turismo residencial, con grandes urbanizaciones y campos de golf, con la actividad agraria que fue origen del pueblo, y que ahora es reconocida en medida Europa por sus productos de exportación cultivados en invernadero. Y también por contar con el autoking más versátil a la hora de acoger a las clientela de los más de 30 locales de la franquicia en la provincia.

Imagen del paso del caballo por el carril de autoking del restaurante