Los tiempos han cambiado. Antes los niños querían ser futbolistas, médicos o astronautas. Desde 2016, prefieren ser 'youtubers' o 'influencers', según encuestas realizadas por Adecco. Y es que las redes sociales es un modelo de vida, al que cada vez más, dependen de ello miles de jóvenes.

Es el caso de Jessy Taylor, una joven estadounidense de 21 años, que confiaba en que su vida como influencer en las redes sociales duraría mucho, pero no contaba con que Instagram le cancelaría el perfil en el que tenía 113.000 seguidores.

La originaria de Tampa, en Florida, basaba su vida en la cuenta que fue borrada tras ser reportada como spam "por algunos trolls". Por eso publicó un video en YouTube para llorar ante su desgracia, y que se ha convertido en viral, donde acusa a quienes la reportaron como spam de haber "arruinado su vida", pues teme terminar como una "prostituta vagabunda" sin su cuenta de Instagram.

La joven añade que no quiere volver a trabajar, ante la multitud de usuarios que se han indignado ante la reacción de la joven y le recriminan de no haber trabajado en la vida y le animan que "ahora es una buena oportunidad para que encuentres un trabajo de verdad".