Es el vídeo humorístico del momento. Circula por distintas redes sociales y aplicaciones de mensajería instantánea y su autoría está atribuida a un grupo llamado 'Face to Fake', toma de base la cabecera de la célebre serie de televisión de los ochenta 'El Equipo A', pero sustituye los rostros de los protagonistaspor los de los líderes de los grandes partidos políticos de España.

Su cabecera era muy conocida por su comienzo: "En 1972 un comando compuesto por cuatro de los mejores hombres del ejército americano fueron encarcelados por un delito que no habían cometido".

Así, Hannibal Smith, líder del grupo, se ha modificado con un notable realismo por la cara de Pablo Casado. Por su parte, Fénix, es Pedro Sánchez, líder del PSOE. Albert Rivera -que recientemente ha dimitido como líder de Ciudadanos- está caracterizado como el alocado 'Murdock' y Santiago Abascal, de VOX, como 'M.A. Barracus'. Por otro lado, y como los números no dan, Pablo Iglesias, de Unidas Podemos interpreta a Amy Amanda Allen, una reportera que formó parte del televisivo equipo en varios episodios.

¿Qué es un 'deepfake?

Vivimos en un mundo cada vez más mediático en el que cualquiera puede acceder a todo tipo de información en Internet. El problema está precisamente en que con esa tal cantidad de noticias y viralidad corremos el riesgo de ser engañados.

Desde su llegada al poder, Donald Trump ha extendido tanto el término ´fake news´ que parece que a día de hoy hay un mayor control en torno a estas informaciones. Pero mientras muchas páginas se dedican a publicar noticias falsas para ganarse unos cuantos ´clicks´, hace tiempo que en la Red está extendiéndose una práctica que va un paso más allá: el ´deep fake´.

Este nuevo concepto de noticias falsas hace referencia a todos aquellos vídeos en los que se manipulan los rostros de sus protagonistas para poner la cara de otra persona de una manera muy realista.

El verano pasado unos investigadores de la Universidad de Washington publicaron en Youtube un vídeo en el que el expresidente Barack Obama aparecía hablando a la cámara en primer plano. Todo parecía normal, pero en realidad se trataba de un ´deep fake´.

Los investigadores crearon las imágenes a partir de un audio de Obama. El objetivo del trabajo era meramente académico: aprender a sincronizar los movimientos sutiles de la boca de un personaje con una grabación de su voz.

Pero aunque no tenían intención de alentar a crear vídeos falsos, las imágenes del expresidente estadounidense dieron pie a otros vídeos que pronto recibieron el nombre de ´deep fakes´ (falsedad profunda) por su capacidad para manipular informaciones.

Esta tendencia, en la que los rostros de los protagonistas de las películas se cambian por los de otros actores, se convirtió poco a poco en el azote de los famosos. Especialmente en el caso de las actrices, que vieron como sus caras comenzaron a aparecer en películas pornográficas al cambiar los rostros de las estrellas del cine X por los suyos.