La venganza es un plato que se sirve frío... aunque se puede cocinar a fuego lento. Esto es lo que hizo una joven tras enterarse de que su novio había abandonado a su perro porque no era de raza, aunque él le dijo que el animal se había perdido.

Fue el mejor amigo de él quien confesó a la chica el cruel acto que había perpetrado su pareja. Ambos decidieron darle una lección que a buen seguro nunca olvidará.

Los tres fueron en coche hasta un lugar apartado. Con la excusa de que iban a darle una sorpresa, el novio fue con los ojos tapados con una venda.

Al llegar al destino, mientras el amigo grababa todo, ella le hizo pasar unos carteles donde explicaba lo que había hecho: "Abandoné al perro de mi novia por no ser de raza, pero mi mejor amigo me delató y se lo confesó a mi novia, y ahora sufriré las consecuencias".

Acto seguido, mientras él preguntaba emocionado si la sorpresa era un cachorro, y en presencia del perro que abandonó, ella le dirige al portón de una finca situada en mitad del campo y le pide que cuente hasta 15 antes de quitarse la venda. Mientras tanto, ella, el amigo y el perro se suben al coche y lo encienden.

Cuando se despoja de la venda, ve al perro y dice: "Ay, ¡lo encontraste, amor!". Pero pronto se da cuenta de que su mejor amigo le había delatado: "Tú le contaste... ¡No me grabes!".

"Navy es parte de la familia y eso no se le hace a nadie. Eres un asco de persona, no hay explicación. Lo mismo que sufrió Navy lo vas a sentir tú", le espeta su ya exnovia, mientras el amigo acelera y lo dejan en mitad de la carretera.