Que España es un país inminentemente turístico, es un hecho. Año tras año se incrementa el número de visitantes que llegan a España, atraídos por el buen tiempo, la cultura y la buena gastronomía. Aunque hay una multitud de localidades muy atractivas para los extranjeros en la Península, son sus archipiélagos, sobre todo las Islas Canarias, lo que más llaman la atención de varios extranjeros. 

El mercado inglés y el alemán tienen a las Islas como uno de los principales destinos turísticos. Canarias es, por tanto, una parada obligatoria para aquellos que buscan una oferta diversa en el lugar donde van a pasar sus vacaciones. Desde sus paradisiacas playas, a los paisajes volcánicos, pasando por la excelente comida y el trato agradable de los canarios, el Archipiélago es un destino idílico. De hecho, Canarias cuenta con cinco pueblos incluidos en la lista oficial de la asociación de 'Los Pueblos más bonitos de España'

Betancuria (Fuerteventura)

En Fuerteventura, se encuentra Betancuria, la primera capital de la Isla (hasta 1984), fue también la primera ciudad fundada en Canarias. Ha alcanzado su máxima popularidad tras formar parte del mencionado listado de pueblos más bonitos en el ámbito nacional. Está situado en el valle del macizo de Betancuria, un parque rural, siendo una de las zonas más frondosas de Fuerteventura (atendiendo a todo lo frondoso que puede ser una isla desértica). Cuenta con menos de 800 habitantes y tiene entre sus reclamos la primera catedral de Canarias, la Iglesia de Santa María, así como el Museo Arqueológico de Betancuria, entre otros. 

Garachico (Tenerife)

Por su parte, en Tenerife, uno de los pueblos más llamativos es Garachico. Situado en la zona noroeste, fue declarado Bien de Interés Cultural en 1994. Tiene un patrimonio arquitectónico bastante llamativo, que se encuentra muy bien conservado y que data de los siglos XVI y XVII. Sus calles adoquinadas y sus edificios históricos (Convento de San Francisco o la Casa de los Condes de La Gomera) resultan perfectos para darse un paseo por la historia. También destaca por estar especializado gastronómicamente en la degustación de pescados y mariscos frescos, así como por su tradicional repostería y sus buenos vinos. 

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Teguise (Lanzarote)

Es el municipio más extenso de Lanzarote: Teguise, siendo la antigua capital de la Isla durante la primera mitad del siglo XVI hasta la segunda mitad del siglo XIX. Cuenta con la declaración de conjunto arquitectónico-histórico-artístico, merced a su impresionante casco histórico formado por bellas calles empedradas. Al igual que la vecina Fuerteventura, Lanzarote fue una isla asediada por la piratería. Hay que resaltar el Castillo de Santa Bárbara, la casa-museo del Timple y el mercadillo. 

Tejeda (Gran Canaria)

El municipio se extiende por la Caldera de Tejeda, teniendo especial relevancia los dos roques volcánicos como el Nublo y el Bentayga, emblemas de Gran Canaria. Tejeda es un enclave entre montañas y de ahí su éxito entre los visitantes a la Isla. Fue bautizado por el poeta Miguel de Unamuno como 'La tempestad petrificada', Tejeda cuenta con una historia que se remonta al siglo III d.C. Además de una gastronomía y un estilo de vida basados en la agricultura, la ganadería, la elaboración de quesos y mazapanes y el folclore musical. 

Agulo (La Gomera)

En La Gomera hay un "bombón" tal y como se conoce el pueblo de Agulo. Es un espectacular mirador rodeado de zonas verdes cultivadas, lo que le ha valido para ser considerado uno de los pueblos más bonitos de nuestro país, para el periódico británico 'The Times'. Rico en patrimonio histórico, una muestra es la Iglesia de San Marcos, tiene entre sus delicias gastronómicas varios platos basados en papa, ñame o berro, como los potajes. 

Porís de la Candelaria (La Palma)

Situado en la acantilada costa del municipio de Tijarafe (La Palma), resulta el escondite perfecto para piratas, que descargaban sus mercancías en las cuevas cercanas. Aunque no es de los pueblos canarios que se incluye en el listado, tiene como principal característica las casetas azules y blancas, que le dan un toque muy especial.