Un águila que escapó de su dueño de Gran Canaria fue a parar a la isla de Tenerife, donde unos socorristas de un complejo de apartamentos y el biólogo José Luis García, que estaba en la playa en ese momento, la rescataron este miércoles en apuros en Punta del Hidalgo. El ave estaba siendo picoteada y devorada por varias gaviotas, explicó García.
Sin embargo, la rápida intervención permitió poner al animal a salvo, el cual estaba con evidentes síntomas de agotamiento.
El dueño de este ave rapaz ya había alertado de su desaparición, por lo que cuando los rescatadores informaron a un centro de protección de animales de Tenerife de la presencia del águila, ya tenían información de que su propietario había dado cuenta de su marcha.
El Águila pescadora canaria
El águila es un ave rapaz diurna, de 80 a 90 centímtros de alatura, con pico recto en la base y corvo en la punta, cabeza y tarsos vestidos de plumas. La cola es redondeada casi cubierta por las alas. Tiene una vista perspicaz, fuerte musculatura y vuelo muy rápido, según la definición que la RAE hace de este ave.
La agudeza visual y la rapidez del águila, del que no ha sido facilitada a qué clase pertenece la salvada en Tenerife, no fueron en esta ocasión los fuertes, ya que el animal fue alcanzado por las gaviotas en Punta del Hidalgo y si no llega a ser liberado, se lo hubieran zampado.
El guincho se conoce en Canarias como Águila pescadora, ya que solo se alimenta de peces. Es de tamaño medio, plumaje marrón por la parte superior, blanquecino por la inferior, posee una especie de máscara oscura a los lados de la cabeza y una distintiva cresta.
Es una especie con una amplia distribución mundial, que está presente en gran parte del territorio español, incluyendo el Archipiélago, describe la web colaborativa canaria de la Consejería de Educación del Ejecutivo regional CanariWiki.
El Águila pescadora está provista de unas patas con escamas y uñas largas y curvadas, y las fosas nasales las puede cerrar para evitar la entrada de agua. Localiza la presa desde el aire, la acecha manteniéndose con profundos aleteos antes de lanzarse al agua con las patas por delante para capturar el pescado que atrapa con sus garras en la superficie, sin sumergirse.