A las pasadas elecciones europeas se presentó un colectivo denominado Iniciativa Internacionalista-La Solidaridad entre los pueblos (II-SP). Ese partido contó con el apoyo de numerosos grupos de extrema izquierda de diferentes comunidades autónomas, entre otros de Batasuna y Askapena. El número ocho de la lista de II-SP al Parlamento Europeo era el canario Antonio Sardá, destacado miembro de Intersindical Canaria (IC). Algo que pasó totalmente desapercibido en el Archipiélago, pero no para los servicios secretos españoles, que analizaron con detalle cada uno de los 25 primeros miembros de la candidatura. De hecho, también se hicieron seguimientos de los mítines que II-SP realizó en las islas, tanto en Gran Canaria como en Tenerife.

La candidatura estuvo inmersa en un proceso judicial después de que la Fiscalía General del Estado pidiera la aplicación de la Ley de Partidos al considerar a II-SP como una sucesora de Batasuna. El 16 de mayo de 2009 el Tribunal Supremo anuló la candidatura, pero posteriormente el Constitucional dejó sin efecto esa decisión.

En el País Vasco, el dirigente de la ilegalizada Batasuna Arnaldo Otegui, la cabeza de lista por Vizcaya de la candidatura ilegalizada D3M Itziar Lopetegi o la dirigente de Acción Nacionalista Vasca Miren Legorburu, pidieron el voto de la izquierda aberzale para II-SP.

Según explica Antonio Sardá, número ocho de la candidatura, "II-SP giraba en torno a un alto contenido de clases y planteaba, en el marco de Europa, avanzar hacia un respeto hacia los distintos pueblos y las distintas colectividades. También", afirma, "pedíamos una posición de respecto al derecho de decisión de los distintos pueblos", y reconoce que fue una candidatura respaldada por Askapena, Batasuna y otros grupos radicales de la izquierda aberzale: "Ciertamente".