El Gobierno canario mantiene que el vuelo que trasladó a Paulino Rivero desde Tenerife a Gran Canaria el pasado lunes se prolongó por más de una hora, a pesar de que los controladores aéreos afirman que dicho trayecto duró apenas 41 minutos, con sólo siete de retraso. Fuentes del Ejecutivo explicaban ayer que la aeronave en la que viajó el presidente canario estuvo 75 minutos en el aire, de los cuales pasó cerca de media hora dando vueltas sobre el mar grancanario, porque no se le permitía aterrizar desde Gando.

Según estas fuentes, el traslado en helicóptero de Rivero se prolongó por casi dos horas, si se tiene en cuenta el periodo de espera en el aeropuerto de Tenerife Norte. Así, este relato sitúa al presidente canario y a las tres personas que le acompañaban ya dentro de la aeronave a las 10.40 horas, dispuestos a iniciar el trayecto, pero ésta no pudo despegar hasta las 11.15 debido a las malas condiciones del clima. El vuelo llegó a Gando a las 12.30 horas, después de que se le mantuviera durante cerca de 30 minutos dando vueltas sobre el mar, por no permitírsele el aterrizaje en el aeródromo grancanario.

A pesar de que el helicóptero tardó 35 minutos en despegar por las adversas condiciones climatológicas, el vuelo transcurrió tranquilo, con un helicóptero que apenas se movió durante el trayecto, sin rachas de viento ni lluvia que perturbaran el pilotaje. Como es habitual en estos traslados, el helicóptero voló bajo, por debajo de las nubes.

Hay un helicóptero en cada isla, a excepción de La Gomera y Fuerteventura, con la idea de conseguir una cobertura rápida y eficaz en todo el Archipiélago en caso de emergencia. La configuración de este sistema se puso en marcha en 2007. Éstas son unidades no medicalizadas, distintas de aquellas adscritas al Servicio de Urgencias de Canarias (SUC), que sí están medicalizadas.