- Va usted enfilado hacia un segundo mandato si consigue alianzas en su día. Sería el primer presidente canario en llegar a los ocho años, si todo le sale bien.

- Vamos a ver, mi partido, de una forma inusual, ya se ha pronunciado claramente al respecto, indudablemente porque esto no ha solido ser así, con tanta antelación, y menos por práctica unanimidad. He aceptado la candidatura encantado, porque es un reto precioso.

- Dice que es un reto precioso. En estos momentos Canarias, tras más de quince años de gobierno nacionalista y popular, está a la cola en muchas cosas: aplicación de la ley de dependencia, listas de espera, paro, enorme fracaso escolar.... Habría que colocar a las Islas en puestos mejores.

- Yo quiero colocar a Canarias en puestos avanzados. Quiero marcarme objetivos altos y realistas.

- No parece fácil, porque somos el farolillo rojo...

- Bueno, con respecto a eso de la culpa de quince años de nacionalismo, un análisis correcto hay que enmarcarlo desde el punto de partida. CC adquiere responsabilidades de gobierno para una población de menos de millón y medio de habitantes, un 29% de paro y con el riesgo de perder el REF en la UE, no teníamos pesetas, transferidas para las carreteras, las grandes infraestructuras avanzadas no las teníamos, el Dr. Negrín se hizo por la llegada de CC. Hemos tenido la fortuna de gobernar la etapa más fructífera de la historia. Desde el 96 a 2007 es la década más fructífera.

- ¿La década prodigiosa?

- Sí, eso he dicho alguna vez. Pero ha venido una crisis importantísima, que afecta a todo el mundo, pero especialmente a España. Es verdad que nos golpeó primero a nosotros, debido a nuestra dependencia tremenda del turismo. Lo primero que hace falta es recortar gasto.

- Esa dependencia puede tener su parte positiva, porque si Alemania, Francia, Gran Bretaña, mejoran, eso es bueno para las Islas. Son turistas.

- En octubre de 2007 hice una reunión con empresarios, sindicatos, líderes sociales, y dije que íbamos a entrar en una crisis grave, la más importante desde la segunda guerra mundial. Me dijeron que era un alarmista, que no había derecho. Acerté.

- Y cuando dice ahora que en 2011 seremos los primeros en salir, ¿no peca de optimismo?

- No. Soy tan realista como la vez anterior. Solo desde el realismo se pueden tomar decisiones acertadas para salir de la crisis.

- Con tantas reuniones con Zapatero ¿no le habrá pegado su optimismo patológico?

- Je. No, no, no. Recuerdo varias conversaciones con él y siempre le alertaba yo de algunos indicadores. Es verdad que es un optimista empedernido, y me confesó en varias ocasiones que jamás pensó que la crisis tuviera la virulencia que ha tenido. Y que durara tanto. Hoy afirmo que Canarias está en un momento esperanzador, y eso lo dicen los indicadores más solventes. En el paro, es de las cuatro comunidades que mejor comportamiento han tenido... No es para tirar cohetes, pero la tendencia es positiva. Hay que tener en cuenta las medidas que se han ido tomando.

- Por ejemplo.

- Las tasas aeroportuarias. Solo por ellas ha valido la pena el acuerdo con Madrid, diga lo que diga el PP. En 2011 siendo objetivos...

- ¿Es objetivo decir que en un año va a traer un millón de turistas más?

- Completamente objetivo.

- ¿Pero no le puede pasar como a Felipe González con su promesa de 800.000 puestos de trabajo?

- No, desde luego. Con Ryanair tenemos cerrado el acuerdo para un millón, hablamos con Easy, con Condor, con todos los grandes operadores. En los presupuestos del Estado de 2011 se contemplan medidas potentes para traer más turistas con la bonificación de las tasas.

- El pacto con Zapatero para terminar la legislatura fue muy criticado por el PP, que apostó por la confrontación. ¿Le ha valido la pena?

- Sin duda. Si hubiera que repetirlo, lo haría mil veces. Aposté por Canarias. Cuando uno ve los acuerdos... Los resultados no son fruto de la suerte, sino de medidas que se están aplicando. He tenido la suerte de estar en Madrid desde el 96, cuando fraguamos una acuerdo histórico con Aznar. Todas las grandes carreteras, la Circunvalación, el tramo Puerto Rico-Mogán, Norte-Sur de Fuerteventura... Esa decisión fue acertada para Canarias. La equiparación de los ayuntamientos canarios a los peninsulares en el fondo de cooperación, aumento de la subvención al transporte, que siguió aumentando con Zapatero. Todos los que no eran del PP nos criticaron. Pasan ocho años, cambia el gobierno de España, llega Zapatero, apostamos por él, y lo mismo. Nos llovieron palos al revés. Pero es que en ambas ocasiones apostamos por Canarias. Esa es la fortaleza de una fuerza política nacionalista.

- Y esa fuerza política nacionalista ¿tiene además ideología?

- Sin ninguna duda. Yo siempre digo, dime cuál es tu comportamiento, y luego pongo la etiqueta. CC se mueve desde el punto de vista económico en el libre mercado, eso sí, con una defensa a ultranza del control público de los sectores estratégicos, el suelo, el transporte, la energía, y desde el punto de vista social, en el espacio socialdemócrata. Mejora del sistema educativo, sanitario, ayuda a los sectores más desfavorecidos.

- Pero eso de la socialdemocracia se compadece muy poco con la pertinaz alianza con el PP más duro. Cuando usted llegó mucha gente dijo que le daba urticaria solo pensar en aliarse con el PSOE.

- Yo estaba en Madrid, era portavoz de CC, cuando fraguamos el primer acuerdo con Zapatero, hemos tomado decisiones históricas como la convalidación del real decreto de ajuste económico impuesto por Bruselas. La decisión más importante en materia económica en los últimos 30 años, la más importante votación en el Congreso. Se jugaba un gobierno.

- Cómo es posible que el PP optara por el boicot cuando como dice usted ese apoyo convenía al interés nacional.

- Lo tengo muy claro. Había estado en Bruselas la semana anterior, antes de que me llamara Elena Salgado, en dos ocasiones; antes de que me llamara el portavoz socialista José Antonio Alonso, en varias ocasiones; antes de me llamara Zapatero, en varias ocasiones, había estado en Bruselas, y allí tuve la oportunidad de hablar con Barroso, con Almunia, tenía conocimiento de la reunión en que se le exigió España la adopción de las medidas... Cuando se tiene esta información hay dos formas de actuar, la irresponsable y la responsable. Si España no adopta aquellas decisiones, los que salen perdiendo son los ciudadanos, porque se hubiera producido inmediatamente un encarecimiento de la deuda.

- El PP tenía esta información...

- Rajoy tenía no solo la misma información que yo... Angela Merkel, Sarkozy, hablaron con él. Pero el Partido Popular ve que era una oportunidad de acceder a la Moncloa con elecciones anticipadas. Y el PP priorizó eso antes que el interés de España.

- Es duro. Dicho eso así, que el PP priorizó su interés de partido antes de el de Canarias, y lo volvió a hacer antes que el de los españoles... ¿Cree usted que José Miguel Pérez tiene alguna posibilidad de aliarse con ustedes tras las próximas elecciones?

- Yo creo que siendo realistas y objetivos el escenario político en Canarias es muy abierto...

- O sea, muchas combinaciones y permutaciones.

- Exactamente. Que va a posibilitar el entendimiento entre dos fuerzas políticas. Obviamente la relación con el PSC ha mejorado extraordinariamente.

- Desde que se fue Juan Fernando López Aguilar.

- Vamos a ver, los partidos tenemos un ideario, unos programas... son posibles acuerdos con el PP o con el PSOE. En una situación normal hay posibilidad de entendimiento razonable con el socialista, las políticas sociales son muy semejantes, desde el punto de vista autonómico es un partido que se acerca más a los planteamientos de CC.... Ahora, en la política es además fundamental la actitud de las personas.

- Saavedra le quiere hacer a usted hijo adoptivo de Las Palmas de Gran Canaria.

- Jerónimo Saavedra es un hombre que de la misma manera tiene la valentía y la claridad para decir aquellas cosas que piensa y que no comparte, y las dice desde el respeto, pero las dice. Sea quien sea su interlocutor, hay una norma que guía su conducta: el respeto.

- ¿Y las relaciones con Pérez?

- Me parece una persona con la que es fácil hablar, educada, correcta, las diferencias políticas no nublan la relación personal. Con él se puede llegar a acuerdos razonables.

- Hay un asunto que ha vuelto a la actualidad. La reorganización municipal. Quitar ayuntamientos.

- ¿Hay que racionalizar la administración? Sin ninguna duda. Yo creo que antes que suprimir ayuntamientos hay otras cosas que hacer.

- Por ejemplo.

- Pues ajustar la administración, revisando las competencias de ayuntamientos, cabildos y Comunidad Autónoma... Evitar interferencias.

- El ex presidente Fernández ha dicho muy gráficamente que lo que pasa es que mucha gente quiere chupar de la teta política.

- No hay que hablar siempre de cara a la galería. Decir que Canarias puede funcionar con 28 ayuntamientos puede quedar muy bien... pero hay cosas que son viables y otras no. Es posible ajustar la administración, es necesario. Si somos capaces de llegar a un gran acuerdo para una reforma administrativa que es la gran asignatura pendiente de la democracia... Una redistribución de los recursos financieros. Un primer paso.

- ¿No se abusa del enchufismo, de los asesores, habiendo tantos y tan buenos funcionarios? Al final hay un enorme despilfarro.

- Sí. Se podría fijar el salario de los políticos en función de habitantes, se puede ajustar el número de concejales, fijar criterios para el personal de confianza. Hay un abanico de medidas que se pueden hacer sin líos, un montón, y que serían aplaudidas por todo el mundo, y fomentar las mancomunidades... Es imposible decir, por ejemplo, que El Sauzal desaparece y se une a Tacoronte... Para qué abordar lo más complejo cuando tenemos tantas cosas por hacer.

- Los ayuntamientos se quejan de que muchas competencias de los cabildos las podrían tener ellos.

- Sí, claro, temas sociales, de deportes, de cultura. Creo que es una asignatura pendiente. Por lo tanto, reforma en la administración, sí. Hay que ponerle inteligencia, rigor y sentido común.

- Eso del sentido común es interesante, porque parece que no abunda. A veces la gente ve muchas situaciones que no parecen tener mucho sentido común. Como el escándalo de los privilegios de los funcionarios del Parlamento de Canarias, que en plena crisis han logrado unos lujos indecentes, ofensivos para sus compañeros.

- Pues el sentido común dice que eso va en contra del sentido común. Estamos pidiendo enormes sacrificios, a los que no tienen trabajo, a los autónomos, a los funcionarios... Hay que renunciar a determinadas prerrogativas que no son justas en estos momentos.

- ¿Es leyenda urbana, o leyenda campesina, que usted aprendió a leer a los 14 años?

- No, a los 13 fui a la escuela pública.

- Terminó el bachillerato, se hizo maestro, fue alcalde de su pueblo durante 28 años, diputado, presidente de la comisión del 11-M, presidente del Gobierno... Tardó usted en aprender a leer y escribir, pero luego aprendió todo muy rápido.

- No exactamente. La vida es trabajo, mucho trabajo. He visto a pocas personas que hayan salido adelante sin esfuerzo. Mi vida fue dura, llena de dificultades. Dentro de El Sauzal, que era el pueblo más pobre de Tenerife, mi familia era de las más humildes.

- Su caso es un caso de libro de self made man, y esta clase de personas cuando alcanzan grandes objetivos suelen ser tipos muy duros, con el corazón congelado y puño de hierro. ¿Ha dejado usted muchos cadáveres para llegar a la cima?

- No, ninguno. Quien me conoce sabe que yo no tengo dobleces, soy absolutamente transparente. Ahora... lo que sí tengo claro es que en el ámbito donde me he movido siempre, el político, soy un defensor a ultranza del interés general ¿eh?, seguramente me equivocaré en algunas ocasiones, pero eso es algo que tengo muy claro.

- Caiga quien caiga.

- Sí, ahí no hay posibilidad, me crezco ante las injusticias, y me da energía enfrentarme a situaciones injustas, irracionales, o cuando se me intenta arrinconar o chantajear. Tengo entonces una reacción de fuerza ante esas circunstancias. No sé si es virtud o defecto. No soy fácil de doblegar en esos casos.

- Dígame uno.

- Tebeto. Algún día contaré todos los detalles de como logramos liberar a los canarios de un pago tan injusto. Y eso fue fruto de la rebeldía, alguna vez tendré la oportunidad de contarlo con detalle, me di cuenta de que era un atropello. Y apuntamos muy alto. No aceptamos las directrices del juez. ¿Qué hubiera pasado con una actitud más dócil?

- ¿Como la de los Soria?

- Más respetuosa institucionalmente... Yo le tengo un gran respeto a la justicia, como institución, igual que la justicia le tiene un gran respeto a la política, como institución. Los políticos nos podemos equivocar, y debemos asumir nuestras responsabilidades; y los jueces también pueden hacerlo. Y debemos denunciar cuando se producen situaciones injustas. Pongo Tebeto como ejemplo de mi forma de ser. La sangre se me sube.

- Todos los políticos dicen que respetan a la justicia como institución, pero cuando hay casos de corrupción siempre hay políticos que les echan la culpa a los jueces, policías y periodistas.

- No se puede generalizar, porque eso nos lleva a valoraciones inexactas. En general, creo, la justicia hace su trabajo, y lo hace bien; en general, la policía hace su trabajo, y lo hace bien, y luego hay determinadas actuaciones aisladas, si se quiere, pero que generan ciertas incertidumbres. Ni se puede desacreditar a la clase política porque algunos actúen al margen de la ética, ni se puede desacreditar a la clase periodística porque pueda haber algunos que no cumplan éticamente, ni se puede desacreditar a los profesionales del derecho, ni se puede desacreditar a la justicia ni a la policía, ni a los directores de banca. Tiene que funcionar el Estado de derecho.

- Los constituyentes en Canarias, los que empezaron la cascada de leyes consecuencia de la Constitución y el Estatuto, establecieron una serie de órganos de control de las administraciones, la Audiencia de Cuentas, la Diputación del Común... casi todos los problemas relacionados con malas prácticas han sido advertidos previamente por estas instituciones, a las que parece que se les hace el mismo caso que al pito del sereno. Por no hacer caso a las advertencias de los funcionarios técnicos, va a haber que demoler la biblioteca del Estado en Las Palmas de Gran Canaria. ¿No se creen dioses ciertos políticos?

- Es difícil ejercer responsabilidades ejecutivas. Las legislativas son más fáciles. Cuando hay alguna cosa meridianamente clara, como equipamientos, infraestructuras, servicios, y queremos impulsarlo, y nos encontramos con informes en contra de un funcionario, para los ciudadanos la imagen es que los funcionarios son una rémora. Entonces hay mucha presión, "olvídate de los funcionarios y tira p'alante". Es complicado. Pero entre todos tenemos que mejorar el engranaje.

- El Supremo le ha dado palos muy fuertes al Ayuntamiento de Las Palmas de GC por manejos urbanísticos de la era Soria.

- Mire, hay una cuestión muy importante y es que hay que dialogar para buscar acuerdos. Hablo de mi experiencia de 28 años en El Sauzal, y luego en el Cabildo... En mi pueblo todo lo conseguimos sentándonos a hablar, buscando las soluciones adecuadas. La vía del entendimiento es lo mejor.

- ¿Qué aprendió usted cuando tuvo la oportunidad de presidir la comisión del 11 M en el Congreso y se convirtió en uno de los protagonistas de la vida política nacional?

- Una cosa sí aprendí, quizás... de la confrontación los resultados son todos negativos. Y del rencor no se deriva nada positivo.

- ¿Tiene usted dudas de la autoría islamista?

- Creo que nadie tiene dudas de quién cometió los atentados. Lo peor de todo, yo viví la comisión por dentro, es que en las comparecencia a puerta cerrada, cuando comparecía el CNI, lo más lamentable de todo es que no tiene que ver absolutamente nada lo que se decía a puerta cerrada con lo que se decía y publicaba en el exterior. Cada uno tenía la historia escrita de antemano. Era lo más lamentable de aquel juego. El ruido tapó los efectos positivos. 148 medidas tomadas por unanimidad, orientadas a mejorar la seguridad del Estado español.

- Desde aquel momento usted tiene una presencia notable en política exterior. ¿Cuál es su opinión acerca de la seguridad canaria y de la geoestrategia en esta zona del África Occidental?

- Vamos a ver. Es el momento en que convirtamos en una ventaja la posición geoestratégica. La ultraperiferia ha sido una desventaja, pero tiene que ser una oportunidad.

- Es decir...

- Canarias es una avanzadilla de Europa de cara a África Occidental, es un punto de encuentro entre América con África y Europa, es una plataforma logística humanitaria, en la Luz se va visibilizando ese papel. Es el territorio mejor del mundo para el turismo: clima, paisaje, equipamientos, temperatura del agua, no hay mosquitos, ni huracanes, una excelente sanidad, seguridad jurídica. Tenemos que saber jugar ese papel en orden a la seguridad que representa Canarias y las regiones ultraperiféricas de la UE para el mundo desarrollado. Me he atrevido a decir en Europa que si estos territorios fueran de otra gran potencia mundial, serían los más mimados...

- Hábleme de la policía autonómica.

- Genera muchas dudas, especialmente en medio de la dificultad económica. Usted pregunta por la seguridad. Pues bien. Hay una cuestión fundamental: estar en la información de lo que pasa en nuestro entorno. Bien. Pues una de las potencialidades de la policía, aparte del número, tan modesto, es que tenerla posibilita lo siguiente, lo más importante, que se constituya la Junta de Seguridad Canarias-Estado, que solo es posible si existe policía autonómica. A partir de una próxima segunda reunión con Rubalcaba queda constituida oficialmente. Se sientan los mandos policiales. Es el espacio que permite el intercambio de información. Es muy importante que sepamos lo que está ocurriendo. Conclusión: la policía, que tanto se ha vituperado...

- La guanchancha, y eso.

- Pues es muy positiva, no significa más gasto público, ocupamos vacantes de la Guardia Civil y Policía Nacional.

- Uno de los acuerdos suyos con Zapatero es el de las aguas canarias, que como es norma, critica el PP. ¿Y si hay petróleo?

- Fíjese, el reconocimiento de las aguas canarias estaba en el acuerdo con el PP.

- ¡No me diga! Y sin embargo ahora se ríen del tema.

- Hay cosas que no termino de entender en la política. Conseguirlo ha sido un mérito de todos los canarios: excluirse del acuerdo, no lo entiendo. No se puede reaccionar con frivolidad: es una ley. No es un compadreo, no es un protocolo... ¡es una ley aprobada por el Parlamento español! ¿Cómo no va a tener efectos jurídicos? Mire, ya es una seña de identidad; y pretendemos ejercer las competencias que tenemos en tierra. Lo primero de todo es reconocer que esos derechos los tiene el Archipiélago.

- CC tiene varias almas, y una de ellas es la independentista, que de vez en cuando se agita y sale en procesión. ¿Existe debate?

- No, no, yo creo que estamos en la España autonómica, pero no en la España de café para todos. Es importante el reconocimiento de las singularidades de algunos territorios, y hay uno que es singular, y que no tiene que ver nada con el resto.

- Ni con Cataluña, ni con Euskadi, ni con Galicia...

- Ni con Baleares. Y Canarias debe aspirar al máximo autogobierno, sobre todo en aquellas cosas que mejoren nuestro desarrollo económico y social, nuestros puertos, aeropuertos, relaciones con el entorno africano, gestión de nuestras costas... Tenemos unas condiciones tan pero tan objetivas que lo inteligente para el Estado es amoldar esos ámbitos competenciales a las necesidades de Canarias. Tiene que haber confianza del Estado con Canarias y de Canarias con el Estado, sin preocupaciones de que los canarios juguemos a otro tipo de cosas.