"La mayoría de los saharauis estamos a favor del plan de autonomía del gobierno de Marruecos; La autodeterminación que propugna el Polisario nos llevaría a una guerra entre los jefes de las tribus por el poder; no vivimos en territorios ocupados, nadie nos ha ocupado". La presidenta de la recién creada Asociación de Mujeres Saharauis para la Democracia y los Derechos Humanos, Aicha Rahal, calificó ayer de manipuladora y llena de falacias la propaganda política del Frente Polisario cuyo único objetivo, dijo, es lograr la desafección hacia Marruecos y generar el "odio hacia el moro".

En una conferencia en el Club LA PROVINCIA Rahal subrayó que los saharauis "estamos hartos de mentiras y de que se manipule la verdad". Aseguró que en su empeño propagandístico el Polisario, por ejemplo, no sólo politizó el objetivo social del campamento Gdeim Izik levantado el pasado mes de noviembre en las afueras de El Aaiún sino que ha "mentido una y otra vez sobre las causas que llevaron a su desmantelamiento".

"Entre esa gente había familia mía, mujeres, niños y jóvenes que lo que pedían al gobierno era trabajo y vivienda. Era un campamento pacífico. Pero llegó gente de fuera, extranjeros, que alentaron la violencia. Les prohibieron salir de las jaimas para que no se viera que aceptaban el acuerdo al que habían llegado dos días antes los ministros marroquíes con los notables de las tribus. Les ofrecieron terrenos y la posibilidad de trabajo, pero el Polisario impidió que se abandonara el campamento y la gente volviera a sus casas. Por eso tuvieron que intervenir las fuerzas antidisturbios. Y eso lo ha aprovechado el Polisario para seguir distribuyendo falsas imágenes de lo que ocurre en el Sahara Occidental", subrayó antes de comenzar su conferencia.

Respecto a solicitud de asilo político de 22 jóvenes saharauis llegados en patera a Fuerteventura el pasado día 5 y la posibilidad de que Marruecos, como afirman distintas fuentes, pudiera estar haciendo dejación del control de sus costas para liberar la presión que se vive en El Aaiún, Aicha Rahal, negó tal posibilidad. Los controles, dijo, son igual de férreos que siempre porque tampoco a Marruecos le interesa, desde su punto de vista, que España tenga una mala imagen de las capacidades de su gobierno. Rechaza, en cualquier caso, que los jóvenes que llegaron la patera hayan sido objeto de persecución o represión. "Piden el asilo para quedarse. Nadie los persigue".

Afirmaciones de este tenor encendieron los ánimos de una decena de saharauis que se encontraban en el salón de actos del Club LA PROVINCIA y que se identificaron como miembros de la Asociación de Mujeres Saharauis en Canarias. "Es increíble que se niegue que hay secuestros, torturas, que a los jóvenes va la policía a buscarlos a su casa para llevarlos a los calabozos en cuanto saben que han participado en alguna manifestación. Que en los territorios ocupados las mujeres saharauis son vejadas por los marroquíes", señaló la delegada de la asociación canaria, Lemtat Ahmed, que como el resto de sus compañeros fue desalojada de la sala. La policía tuvo que intervenir tras el cruce de insultos y amenazas entre favorables y contrarios a las palabras de Rahal.