Canarias y Cataluña quieren un sistema de financiación autonómica diferenciado de las comunidades del régimen común que en el caso del Archipiélago pasaría por un modelo en el que el Ejecutivo regional recaudaría "todos los impuestos que se pagan en las Islas". Así lo dijo ayer el presidente canario, Paulino Rivero, tras reunirse durante casi dos horas con el presidente catalán, Artur Mas, en Barcelona. Rivero y Mas encontraron bastantes puntos de coincidencia entre ellos: la reclamación de la gestión al completo de los aeropuertos, recuperar la autonomía de los puertos, un sistema singularizado de financiación o la necesidad de agotar la legislatura de Zapatero y que se pongan en marcha las reformas aprobadas.

Fue la primera reunión entre Rivero y Mas, "dos presidentes", dijo el jefe del Ejecutivo regional, "que no tienen nada que ver con el PSOE ni con el PP y cuyas fuerzas políticas [CC y CiU] tienen una larga trayectoria de buenas relaciones con el Gobierno central, tanto si gobernaba el PP como si lo hace el PSOE. Hemos contribuido históricamente a la estabilidad de las instituciones en el Estado en una línea de coherencia política".

De tal modo que ambos mandatarios coincidieron en permitir que el Gobierno de Zapatero consuma su legislatura y pueda poner en marcha todas las reformas aprobadas (de pensiones, laboral, financiera), casi siempre con el respaldo de los nacionalistas canarios y en menor medida con CiU. Rivero recordó ayer que "no existe ahora mismo una alternativa: ni Zapatero quiere disolver anticipadamente las Cortes ni Rajoy quiere presentar una moción de censura porque no tiene un proyecto alternativo; sólo está a la espera de que la fruta caiga por su propia madurez".

Más allá del análisis de la situación política en España, Rivero y Mas coincidieron en reclamar la gestión completa de los aeropuertos, si bien el presidente canario admite "una transición de cogestión". Del mismo modo, ambos se quejan de que los puertos hayan perdido autonomía con diversas regulaciones posteriores del Gobierno, "todas ellas buscando centralizar y acabar con la autonomía" de las autoridades portuarias.

Hay otros puntos de encuentro como definir un modelo de financiación de servicios como la sanidad, "que ahora no es sostenible", o el interés catalán de que el aeropuerto de El Prat sea uno de los puntos de acceso al continente europeo de los canarios, asunto éste que Rivero ve bien "porque ayudaría a descongestionar Barajas". Por la parte isleña, el jefe del Ejecutivo regional quiere más penetración comercial del plátano canario en Cataluña, un mercado donde la banana latinoamericana se ha hecho fuerte.

En cuanto al sistema de financiación autonómica, Rivero pareció apuntar ayer a un sistema de cupos similar al vasco, aunque no utilizó el término. El presidente canario sí defendió un sistema "al margen de la Lofca" (Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas) y del "café para todos". El principio básico de ese modelo singularizado es que el Gobierno de Canarias recaude "todos los impuestos" que se pagan en el Archipiélago (además de los del REF, que ya recauda). Ese modelo, así enunciado, es similar al del cupo vasco, que compensa al Estado con transferencias tasadas.