- ¿Cómo surge el programa de cooperación transfronteriza financiado con el Fondo Europeo de Desarrollo Regional [Feder]?

- Este programa estaba pensado para que fuese el instrumento europeo de vecindad y asociación que seguía una lógica de cooperación al desarrollo con terceros países. Sin embargo, no se llegó a un acuerdo entre la Unión Europea y Marruecos debido a los problemas políticos planteados por Marruecos por Ceuta y Melilla, por un lado, y por el Sahara, por otro. La negativa marroquí para acordar un programa de cooperación motivó que los fondos revirtieran en este nuevo programa, aunque ahora con menos presupuesto.

- ¿Entonces ha sido un fracaso la posibilidad de articular un línea de cooperación entre Canarias y Marruecos?

- Este es un programa de cooperación transfronteriza, limitado a una cercanía de menos de 150 kilómetros. La cooperación con terceros países se lleva ahora a través de las regiones ultraperiféricas portuguesas y españolas hacia los países de África Occidental. Se trata de una tema complejo que se ha complicado al no aceptar Marruecos el acuerdo al que quería llegar la Unión Europea por las cuestiones de Ceuta y Melilla y el Sahara.

- ¿Cómo funciona este programa a la hora del intercambio con las entidades e instituciones marroquíes?

- El programa debe beneficiar a las regiones europeas por contar con los fondos del Feder. En este caso, es Canarias la que lanza los proyectos en cooperación con el tercer país, en este caso en regiones marroquíes como Guelmi-Es-Esmara, Souss Massa Draa y El Aaiún-Bojador-Sakia El Hamra, que son las que se han beneficiado de la primera convocatoria del programa. Debe existir una repercusión para Canarias ya sea a través de transferencia tecnológica, contratos con la participación de empresas canarias e intercambios de proyectos donde ambas partes resulten beneficiadas porque, en caso contrario, no se apoyarían por el Feder. Los proyectos de investigación que se realiza deben repercutir positivamente en ambos lados.

- Pese a los problemas planteados por Marruecos hay proyectos en El Aaiún.

- Por este motivo precisamente el programa no se denomina España-Marruecos sino programa de cooperación transfronteriza España-Fronteras Exteriores, de tal forma que se trata de una cooperación con un territorio que debe estar a menos de 150 kilómetros de la región europea. La UE no reconoce las reclamaciones de Marruecos sobre el Sahara y por eso se llama de cooperación territorial. Sin embargo, el programa anterior sí se denominaba España-Marruecos porque estaba centrado en el área del Estrecho.

- ¿El protagonismo es más de instituciones y entidades públicas que de la iniciativa privada?

- Hay una parte que es de cooperación empresarial transfronteriza a través de contactos mediante las cámaras de comercio o desarrollo de determinadas actividades empresariales. No obstante, los principales portadores de proyectos son instituciones públicas o entidades semipúblicas. Todos los proyectos deben tener un socio marroquí que participe porque si no el proyecto no sería elegible por su carácter transfronterizo.

- ¿Las líneas de la segunda convocatoria del programa serán similares a la primera?

- Ahora habrá más dinero porque para el periodo 2010-2013 hay un total de 10,7 millones de euros de fondos Feder, que cubren el 75% del coste total de cada proyecto que se apruebe. La primera convocatoria fueron unos cinco millones de euros, por lo que prácticamente se ha duplicado la aportación que realiza el Fondo Europeo de Desarrollo Regional.