El temor a que una nueva recesión económica impacte sobre los dos principales mercados emisores de turistas a Canarias, Alemania y Reino Unido, se hizo ayer patente en la reunión del Ejecutivo autonómico. El sector turístico ha sido desde los últimos meses de 2010 la tabla de salvación de la economía canaria y el que ha frenado un mayor incremento del paro.

Por el momento las cifras turísticas acompañan y las expectativas para el invierno son positivas, pero la preocupación ha cundido tras el anuncio de la inminencia de una recesión por parte del FMI y la repercusión inmediata que ha tenido sobre los mercados financieros.

El portavoz del Gobierno canario, Martín Marrero, aseguró ayer que el Ejecutivo está realizando un "seguimiento" constante de la situación y las repercusiones que las turbulencias de la economía mundial puedan tener sobre el sector. En este sentido, mostró su confianza en que la solidez de las economías de estos países no impacte en el sector turístico en el caso de que se incremente la deuda.