Esteban González Pons demostró ayer en Las Palmas de Gran Canaria que sigue aferrado a su anuncio de que el PP tiene en mente crear tres millones y medio de puestos de trabajo si Mariano Rajoy llega a La Moncloa tras las elecciones del 20 de noviembre. El vicesecretario de comunicación del PP aseguró en el Foro de Empleo celebrado en la capital que "es indecente aspirar a la presidencia del Gobierno y no pretender acabar con el paro y buscar un empleo a los cinco millones de parados", acusando en este contexto a los socialistas y en concreto a su candidato de cara a la cita del 20-N, Alfredo Pérez Rubalcaba, de "resignarse" ante el desempleo en España. "Son los mismos derrotistas, descuidados y malos gestores que siempre que gobiernan logran que el paro suba hasta cifras históricas", proclamó Pons.

"El PP aspira a recuperar los puestos de trabajo que se han perdido con la crisis", destacó Pons, que contrapuso esta pretensión a la del PSOE. "Al Partido Socialista, que fue el que provocó el paro, le da risa que el PP quiera recuperarlo y esto es algo alarmante". Pons recordó muy de lejos al mítico discurso de Martin Luther King cuando apuntó que "España no está para políticos sin ambiciones, sin objetivos y sin sueños, que ironizan y que no merecen presentarse ante el pueblo con casi cinco millones de desempleados".

Dentro de la defensa del "sueño" del PP de generar millones de trabajos, Pons se adentró en un terreno casi filosófico cuando se mostró "preocupado" por el hecho de que "la crisis haya acabado incluso con la ilusión en nuestro país. Alfredo Pérez Rubalcaba no puede luchar contra el desempleo, pero España sí. La realidad de España es que cuando se han hecho las cosas bien se ha recuperado empleo", momento en el que hizo una alusión a los años de José María Aznar al frente del Gobierno.

Las alusiones a la "resignación" de los socialistas fueron contantes tanto en el discurso de González Pons en el Foro de Empleo del PP en Infecar como en el de la presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal. Uno de los objetos arrojadizos del PP durante la campaña ha quedado identificado claramente en la isla.