El PP se frota las manos, CC espera que sea una "excepción" y el PSC cruza los dedos. La moción de censura que ha triunfado en El Hierro tras tres décadas de gobierno de la Agrupación Herreña Independiente (AHI) deja a los tres partidos mayoritarios con distintas sensaciones, fruto de los importantes cambios electorales salidos de las elecciones del 22-M. El secretario general del PP, Manuel Fernández, lanza un aviso a navegantes: "Nadie puede negar la voluntad del Partido Socialista en la isla de La Palma de pactar con el PP en todas las instituciones". Sea premonición o no, los populares siguen horadando el pacto entre nacionalistas y socialistas allí donde pueden y la próxima plaza puede ser el Cabildo de la isla bonita.

La "valentía política" llegó a la isla del meridiano gracias a la posición firme y decidida de los socialistas herreños, liderados por Alpidio Armas, para censurar a Belén Allende. La misma noche electoral y una vez que AHI perdió la mayoría absoluta se firmó un pacto entre PSC y PP que ni Gaspar Zarrías ni José Miguel Pérez han podido romper. Pero también se firmaron pactos la noche electoral en Tenerife y en La Palma para destronar la hegemonía nacionalista, acuerdos que fructificaron en varios ayuntamientos pero no en los buques insignia de Coalición Canaria.

"En política no hay nada escrito ni nada es definitivo, es un ente vivo que está continuamente en debate. Lo que decimos hoy mañana puede ser totalmente lo contrario", advierte González.

El presidente del PP en La Palma, Asier Antona, admite que no se han dado encuentros ni conversaciones "formales" entre populares y socialistas para retomar las negociaciones habidas tras los comicios del 22-M. Eso sí, señala, "esta es una isla pequeña en la que nos vemos todos los días y a nadie se le escapa la desesperación de Coalición por conformar una mayoría estable en el Cabildo", donde CC cuenta con nueve consejeros frente a seis del PP y seis del PSC-PSOE.

El Pacto de Gobierno firmado en junio pasado entre CC y el PSOE compromete a los socialistas palmeros a apoyar el gobierno insular en minoría y les prohíbe, como ocurría en el Cabildo herreño, presentar una moción de censura. Pero los desacuerdos habidos en los últimos meses entre las bases y la dirección del PSC hacen temer que, como en la isla del meridiano, el compromiso quede en papel mojado.

De ahí que la presidenta insular, Guadalupe González Taño, y la dirección nacionalista en la isla hayan incrementado la presión sobre el PSC para que abandone la oposición y pase cuanto antes a formar parte del grupo de gobierno.

"Lo que sí sería bueno", ironizó Antona "es que José Miguel Pérez [secretario general del PSC-PSOE] diera la misma libertad a los consejeros socialistas en La Palma que la que él tuvo para presentar la moción contra José Manuel Soria", cuando fue elegido en 2007 presidente del Cabildo de Gran Canaria.

"¿Qué va a pasar?", se preguntó el líder popular palmero, "pues no lo sé. Desde luego nosotros seremos extremadamente respetuosos con la decisión que adopten los consejeros del PSOE".

"Lo que sí sé", subrayó el dirigente del PP, "es que en La Palma se acabó la hegemonía y la mayoría absoluta de CC y parece que, a día de hoy, todavía no se han enterado".