Cerca de un tercio de los contribuyentes que declaran el Impuesto sobre el Patrimonio aportan el 89% de la recaudación por este tributo en Canarias, unos 48 millones de euros. La mayor aportación a las arcas públicas la realizan aquellas personas con un patrimonio superior a los 500.000 euros, un total de 8.249 isleños, a tenor de las últimas cifras oficiales del impuesto publicadas por la Agencia Tributaria correspondientes a 2007, último año que se tributó.

La última versión que circula sobre la recuperación de este tributo deja fuera a los contribuyentes con un patrimonio más modesto, situado entre los 90.000 y los 600.000 euros, en un intento por parte del Ejecutivo de gravar más a las grandes fortunas y que las clases medias no tributen como sí lo hacían antes. De esta forma, 21.939 canarios que pagaban por este impuesto hasta 2008 ya no tendrán que hacerlo cuando lo reactive el Ejecutivo este viernes a través de un decreto.

De los 8.000 contribuyentes que declararon patrimonios superiores a los 500.000 euros, sólo 50 superaban los 10 millones de euros y pagaron 6,2 millones de euros, con una cuota media de 123.378 euros. Los que más cantidad declararon fueron los patrimonios valorados entre 1 millón y 2,5 millones de euros. Sin embargo, el caso es que este es un impuesto sobre las personas físicas y la mayor parte del patrimonio que se declara son participaciones en sociedades de inversión colectiva, valores en renta variable, depósitos en cuentas corrientes o de ahorro y deuda pública, obligaciones y bonos.

Rentas medias

Una de las cuestiones clave de la recuperación del Impuesto sobre el Patrimonio es que no tendrán que pagar aquellos contribuyentes cuyas propiedades inmobiliarias y mobiliarias no superen los 600.000 euros. Uno de los motivos que argumentó el Gobierno en 2008 para suprimir este tributo fue que estaba gravando a los contribuyentes que por el hecho de tener una segunda residencia o terrenos que superasen los 90.000 euros ya estaban obligados a tributar. Sin embargo, las grandes fortunas tiene más opciones para evadir la obligación de pagar el impuesto ya que se trata de un tributo para personas físicas y en España lo que predomina son las sociedades instrumentales, patrimoniales y de todo tipo para diluir patrimonios y rentas.

El sindicatos de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) ha elaborado un estudio en el que se concluye que cuanto mayor es el patrimonio más se incrementa el fraude y la elusión del impuesto a través precisamente de las empresas y sociedades interpuestas que se crean para no tener el patrimonio a título individual sino colectivo. Por ello, una de las novedades que aporta los cambios que introducirá el Gobierno será que también deberán declararse los grandes patrimonios empresariales. Para el secretario general de Gestha, José María Mollinedo, estos cambios pueden contribuir a ejercer un mayor control.