Sin declaraciones.

Javier Artiles Camacho, a su entrada y salida de los juzgados de la calle Granadera Canaria, eludió realizar cualquier tipo de declaración sobre su encuentro con la juez instructora del caso Lifeblood, María Victoria Rosell. De hecho, antes de subirse a un coche para abandonar los juzgados comentó que sólo hablará tras escuchar "el pronunciamiento de la juez"; las mismas palabras que usaron anteayer Lourdes Quesada y Javier Jorcano al abandonar el edificio tras prestar declaración.

Autodefensa.

Javier Artiles aseguró a las puertas del Juzgado de Instrucción número 8, durante un receso en la toma de declaración en torno a la una de la tarde, que se representaba a sí mismo. Junto a él, en el despacho de la juez Rosell, se sentaban el abogado de Francisco Javier Jorcano, Pedro Padilla, un letrado perteneciente al Servicio Canario de Salud (SCS) y el representante del Ministerio Fiscal, Luis Rodríguez, delegado para actuar en este procedimiento por el Fiscal del Estado, Antonio Salinas.