El mapa político de Gran Canaria puede haber cambiado en apenas siete horas de ayer lunes. José Manuel Soria (PP) e Ignacio González (CCN) anunciaban a las 11.00 una alianza electoral para concurrir juntos a las elecciones del 20-N. Dos horas después el presidente del Cabildo grancanario, José Miguel Bravo, convocaba un pleno extraordinario y de urgencia (18.00) para destituir a Fernando Bañolas como vicepresidente primero y poner en su lugar a Juan Domínguez (CCN). Era el pago al apoyo del CCN al PP el 20-N. Bravo ofreció a Bañolas la vicepresidencia tercera, que éste rechazó, y lo mantuvo como consejero de Agricultura, cosa que también repudió Bañolas.

La crisis del pacto CC-PP en Gran Canaria ha estallado apenas superados los cien días en las corporaciones locales y la silla de cuatro alcaldes (Moya, Firgas y Telde y La Aldea con el concurso de otras fuerzas) peligran. En el Parlamento, el mismo Ignacio González, presidente del CCN, que no hace cinco meses pedía el voto para CC, con la que concurría a las autonómicas, pide desde ayer el voto para el PP. La permanente de Coalición se reúne hoy de urgencia.

"Esto no va a quedar así", señalaban ayer en el mismo pleno insular varios dirigentes nacionalistas (CC), que reúne hoy a su permanente nacional a sangre y fuego contra el CCN. Algunas fuentes indicaban que Paulino Rivero no querrá operaciones antes del 20-N, pero que después de las elecciones correrían las cabezas de varios alcaldes. En cuanto al futuro de Ignacio González en el grupo CC en el Parlamento, los nacionalistas sólo confiesan que han perdido ya su confianza en el presidente del CCN. Ni una palabra más por cuanto la mayoría que sostiene a Paulino Rivero se vería resentida (dos escaños menos).

En la maniobra de ayer el CCN consigue sobre todo un botín, como es el de que se reforma el reglamento del Cabildo para que un solo consejero pueda constituirse en grupo. Eso significa fondos públicos para su mantenimiento y varios empleos de asesores y secretarios. Del mismo modo se le permite a Domínguez estar en comisiones, organismos del Cabildo y empresas vinculadas a la corporación.

Asimismo, el presidente del Cabildo aprobó ayer el nombramiento de un consejero no electo para el CCN, Matías Campos, y destituyó a la consejera no electa de CC, Sinesia Medina, que ocupaba desde hace dos semanas la consejería Insular de Empleo. Bravo ofreció a sus hasta ahora socios de CC mantener grupo con solo dos consejeros y a Antonio Hernández Lobo seguir en Cooperación Institucional. Lobo, como Bañolas, lo rechazó.

Transfuguismo

Con estos acuerdos el pleno se calentó desde el primer momento. CC, NC y PSOE arremetieron primero con las formas, al convocarlo con menos de tres horas, y después con el contenido, en el que los portavoces de los dos partidos nacionalistas, Fernando Bañolas y Carmelo Ramírez, coincidieron en que el abandono de Domínguez y su ascenso a la vicepresidencia primera era un "ejercicio de transfuguismo político". La portavoz socialista, Carolina Darias, consideró "peregrino" el argumento previo de la inestabilidad que suponía para el gobierno insular la alianza entre CC y NC.

Para la oposición, la maniobra respondía "al dictado" de la presidencia del PP en Canarias, José Manuel Soria, tras el pacto electoral al que había llegado con el CCN para las próximas elecciones generales. Pero Bravo de Laguna parecía tenerlo claro ya a aquella hora. La reforma de ayer de su gobierno le permitirá estar tranquila tres años y medio y así se lo reconoció a los periodistas.