"La farmacias no pueden negarse a atender las recetas derivadas por el Servicio Canario de Salud (SCS) porque imcumplirían con su labor de servicio público". Así lo afirma la ex consejera de Sanidad Mercedes Roldós, quien explica además que, aunque las farmacias son negocios privados, "no dejan de ser concesiones administrativas" que dependen del SCS.

Roldós descarta que esta situación se pueda producir como reacción a los impagos acumulados que el sector está sufriendo por parte del Gobierno de Canarias desde septiembre.

El presupuesto del gasto farmacéutico en atención primaria de este año, para cubrir medicamentos y productos sanitarios, se sitúa en torno a los 356 millones de euros. "Con ese dinero se cubren anualmente los 20 millones de euros que se gastan en tiras reactivas de glucosa, los 8 millones de los absorbentes de incontinencia urinaria, y los 3 millones en dietoterápicos", explica la ex consejera.

A ello hay que sumar el gasto en medicamentos, que solo en el mes de septiembre ascendió a 37 millones de euros. "Al mes se realizan más de 3 millones de recetas", puntualiza Roldós. Una cifra que corresponde, en gran parte, al sector de los pensionistas. "Los pacientes mayores de 65 suelen tener más enfermedades crónicas y estar polimedicados, por lo que su número de recetas es mayor", afirma la ex consejera de Sanidad.

Los fármacos contra la tensión arterial, las estatinas para bajar el colesterol, los protectores gástricos y los antidiabéticos orales componen el ranking de los medicamentos más solicitados por este sector de la población. "Esto pasa porque las patologías que tienen nuestros mayores están relacionadas con la diabetes, la hipertensión y el alto colesterol, además de patologías osteoarticulares, como la artrosis o la artritis, y para combatirlas toman antiinflamatorios y de ahí el uso de protectores gástricos previos", señala Mercedes Roldós.