Millar y medio de personas se congregaron ayer ante la sede de la Presidencia del Gobierno de la capital grancanaria para pedir la inclusión de una partida en el proyecto de presupuesto autonómico 2012 que garantice la existencia de las escuelas municipales infantiles. Casi al mismo tiempo en que se producía la protesta, la consejera de Empleo del Ejecutivo canario, Margarita Ramos, anunciaba un convenio con los ayuntamientos para preservar el empleo de los trabajadores -más de 200 en toda Canarias- que prestan este servicio.

Según confirmaba en plena concentración el alcalde de Santa Lucía de Tirajana y miembro de la ejecutiva de la Federación Canaria de Municipios (Fecam), Silverio Matos, "no hay nada oficial". Los primeros datos manejados por el regidor señalaban que la intención del Gobierno canario es extraer siete millones de euros del Plan Integral de Empleo de Canarias (PIEC) y destinarlos al mantenimiento de este servicio municipal. El asunto se trató en la reunión del Consejo de Gobierno celebrada ayer en Santa Cruz de Tenerife.

Preocupa el futuro

"Si es así, bienvenido sea", comentó el alcalde de Agüimes, Antonio Morales. Sin embargo, a renglón seguido mostró su reserva ante el origen de la partida. "No es lógico que se detraigan fondos de empleo para una cuestión educativa", afirmó y auguró que, "sin garantías por parte del Gobierno, este problema se puede reproducir el próximo año". Por su parte, Matos se preguntó "qué pasa con los fondos de 2011" y añadió que su municipio ha tenido que poner este año "545.000 euros y otros 565.000 del Gobierno. Eso es estrangular a los ayuntamientos", afirmó.

A las catorce guaguas fletadas por la Mancomunidad de Municipios del Sureste, se unieron ciudadanos llegados de Gáldar, Mogán y San Mateo. Al unísono corearon lemas como "todos con la abuela sin escuela", mientras desplegaban un considerable número de pancartas que contenían frases en las que aludían directamente al presidente canario -"¡Paulino! ¿Qué culpa tienen los niños?"- y reflejaban el origen del problema -"P'al reparto del dinero acuérdate del sonajero"-.

El grueso de la concentración lo componían trabajadores de las escuelas infantiles y familiares de pequeños que pasan parte de cada día en uno de dichos centros. Melania Castro, llegada de Ingenio, sostenía a su sobrina en brazos, a la que cuida mientras su hermana trabaja, y se preguntaba "dónde está el dinero". Para ella, constituye una "vergüenza" que paguen los niños "la mala gestión del Gobierno de Canarias".

El director de la Escuela Infantil San Isidro de Gáldar, Óliver Díaz, que atiende en la actualidad a 104 niños de entre seis meses y tres años, señaló que cada día percibe la "preocupación" de los padres ante la posibilidad "de que cierren las escuelas. ¿Qué van a hacer con los niños?" es la frase que más veces ha tenido que oír en los últimos meses.

Pepa García, educadora de la Escuela Infantil de Mogán, estima que el Ejecutivo "no se ha concienciado bien de la gravedad del problema". Se refería con ello a los horarios "de mañana y noche" a los que obliga la actividad turística y que hacen necesario tener un lugar donde poder dejar a los pequeños.

María Ramírez, con su niño en el carrito, afirmó estar "inquieta". No tiene a nadie que cuide de su pequeño. "Tendría que dejar de trabajar y no está la cosa para eso", señaló.