Canarias debe permanecer "vigilante" para evitar que el debate abierto en Europa para reformar el Tratado y controlar el déficit público perjudique el derecho a la diferencia de las regiones alejadas. Por ello, hay que reforzar el "frente común" con Francia y Portugal y mantener el "consenso" entre los partidos y los agentes económicos en Canarias para defender las singularidades de las Islas contempladas en el Tratado de Lisboa.

El viceconsejero de Economía y Asuntos Económicos con la UE, Ildefonso Socorro, evidenció ayer su preocupación por el "momento delicado" que vive la construcción europea y la gobernanza del euro. Según Socorro, la "tendencia armonizadora" existente en Europa puede socavar el Régimen Económico y Fiscal (REF) canario, por lo que "hay que evitar que se polaricen las discusiones en detrimento de las regiones ultraperiféricas".

La propuesta de reforma urgente planteada por Francia y Portugal llega cuando ya se ha iniciado el debate interno sobre las perspectivas financieras de la UE para el próximo periodo 2014-2020. "El problema es que todo se mezcla porque todo es objeto de negociaciones e intereses políticos a nivel de los Estados en el seno del Consejo Europeo, órgano en el que se discute tanto de la reforma del Tratado como del montante de los fondos europeos para los próximos años, por eso hay que estar especialmente vigilantes", añadió Socorro.

El papel de Francia es clave para los intereses de Canarias ya que es uno de los Estados que impulsa las reformas pero también cuenta con regiones ultraperiféricas. El viceconsejero resalta la dicotomía francesa al tratarse de un contribuyente neto de la UE -aporta más de lo que recibe- que defiende sus intereses en la línea de recortar el presupuesto comunitario pero, en cambio, es favorable a mantener los fondos para las regiones alejadas. En el caso de Canarias, "tenemos que confiar en la defensa que haga España del estatus de Canarias pero también hay que reforzar el frente común con Francia y Portugal", agregó.

No obstante, Ildefonso Socorro recordó que aún son todo "incógnitas" en cuanto al alcance real de la reforma que se pretende. El viceconsejero considera que se puede tratar de una modificación puntual del Tratado de Lisboa en los aspectos referidos al déficit y a la sanciones automáticas que se impongan en caso de incumplimiento. Socorro recordó que Francia y Alemania han incumplido en varias ocasiones estos criterios.