"Un guerrillero lo es para siempre". Con esta frase resumió ayer el excapitán jefe de la Compañía de Operaciones Especiales (COE) de Las Palmas, Miguel González Hidalgo, la "imborrable marca" que deja llevar la boina verde. Hidalgo participó ayer en el Club LA PROVINCIA junto al presidente de la Hermandad Insular de Antiguos Guerrilleros, Alejandro Guerra, en un acto con motivo de los 50 años de la creación de la primera COE y que hoy tendrá su celebración oficial en el Mando de Operaciones Especiales de Alicante (MOE) con la presencia de la Reina Sofía.

Estos cuerpos especiales llegaron a Canarias en 1969 con un destacamento en Tenerife y a finales de 1976 se crea uno mayor en La Palmas como refuerzo tras la salida de España del Sahara. Unos 4.500 canarios pasaron las COE 102 y 103 hasta que en 1996 se disolvieron así como las mayorías de las existentes en el territorio español y dejar paso al actual MOE de Alicante donde se concentra las tres unidades de elite del Ejército de Tierra.

"Te imponía carácter y te llevaba al límite de tus posibilidades y eso es importante porque cuando piensas que estás agobiado puedes hacer dos veces más de lo que has hecho", indicó Guerra, con ocho años en la 103. Entre las actuaciones más destacadas y desconocidas de la COE de Las Palmas está la ocupación por sus guerrilleros de La Graciosa para impedir el atraque de un pesquero procedente de Argel con independentistas canarios que querían proclamar la independencia de Canarias con motivo de la celebración de Organización para la Unidad Africana. "Para hacer la proclamación necesitaban hacerlo en territorio canario", recuerda el presidente de los antiguos boina verde en Gran Canaria.

El antiguo capitán de la COE de Las Palmas y Guerra presentaron el libro Historias de la COE, editado por la asociación de Madrid, pero en la que se encuentran también situaciones vividas en las compañías canarios y para la que se prepara ya una segunda edición ampliada. "Era unidad barata, con el alambre y la cinta aislante lo arreglabas todo. Sus cien componentes hacían de todo y eso forja el molde de guerrillero", apostilló el excapitán Hidalgo.